El gobierno argentino reglamentó este lunes la ley 27.669, aprobada en mayo de 2022, que define el marco regulatorio de la industria del cannabis medicinal y el cáñamo industrial.
"Esto le da una respuesta a millones de argentinos que necesitan usar cannabis medicinal o alguno de los derivados industriales del cáñamo y ahora lo están haciendo en un mercado irregular sin ningún tipo de seguridad sanitaria”, indicó el presidente de la Agencia Regulatoria de la Industria del Cáñamo y del Cannabis Medicinal (Ariccame), Francisco Echarren.
"El nuevo marco regulatorio es pionero y de vanguardia a nivel mundial. La industria va a generar en el corto plazo diez mil empleos distribuidos federalmente”, consideró Echarren a la revista especializada THC.
De acuerdo a sus proyecciones, "las primeras licencias para poder operar se entregarán en dos meses, si todo sale bien, y a mediados del próximo año deberían estar los primeros productos disponibles en el mercado”.
El Gobierno estima que la industrialización del cannabis medicinal generará 500 millones de dólares en ventas al mercado interno y 50 millones de dólares de exportación anuales para el 2025.
El Ejecutivo determinó que la Ariccame será "el organismo competente para regular, controlar y emitir las autorizaciones administrativas con respecto al uso de semillas de la planta de cannabis, del cannabis y de sus productos derivados".
La Aricamme tendrá la función de regular "la importación, exportación, cultivo, producción industrial, fabricación, comercialización y adquisición, por cualquier título de semillas de la planta de cannabis, del cannabis y de sus productos derivados con fines medicinales o industriales".
El marco regulatorio abarca "la cadena de producción y comercialización nacional o con fines de exportación de la planta de cannabis, sus semillas y sus productos derivados afectados al uso medicinal, incluyendo la investigación científica, y al uso industrial; promoviendo así el desarrollo nacional de la cadena productiva sectorial", indica el primer artículo de la ley. La Ariccame funcionará como un organismo descentralizado bajo la órbita del Ministerio de Economía y se encargará de establecer y hacer cumplir las reglas de juego de cada eslabón de la cadena productiva del cannabis.
El marco regulatorio también establece la adopción del sistema de Ventanilla Única para la Industria del Cáñamo y el Cannabis Medicinal, para la gestión de trámites vinculados a la emisión de autorizaciones, licencias y certificaciones necesarias. Este sistema tiene por objetivo principal proporcionar una mayor eficiencia en las gestiones y trámites, unificar procedimientos administrativos y expedientes, dar intervención a los organismos con competencias específicas involucrados y facilitar el acceso y difusión de la información de manera homologada, estandarizada, actualizada e integrada.
El titular de la Aricamme, Francisco Echarren, resaltó el límite de 1 por ciento de THC para las plantas y derivados de cannabis dentro de la industria. "Esto va a ensanchar muchísimo la industria, va a bajar los costos y va a permitir la expansión de la oferta”. Límite similar al establecido en la ley mexicana y que es considerado bajo por distintos usuarios y especialistas en el uso medicinal del cannabis.
Con información de Página12.