Seis variedades de semillas de cannabis, con tecnología del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), se inscribieron en el registro del Instituto Nacional de Semillas (INASE) de Argentina. Asimismo semillas y clones de dos variedades, “Pachamama” y “Malvina”, se comercializarán y distribuirán con fines medicinales a través de una licencia otorgada por el CONICET a la PyME Whale Leaf Farm.

En el acto de lanzamiento de éstas semillas de cannabis, realizado en el Centro Cultural de la Ciencia en Buenos Aires, la presidenta del CONICET, Ana Franchi, remarcó la importancia de la articulación que se llevó a cabo a través de Cannabis CONICETCannabis CONICET es una empresa de Base Tecnológica del CONICET, la Universidad Nacional Arturo Jauretche (UNAJ) y el Hospital de Alta Complejidad en Red “El Cruce” Dr. Nestor Carlos Kirchner que consolida las experiencias, la infraestructura, el conocimiento acumulado y las capacidades de investigación, desarrollo e innovación en torno al cannabis medicinal y el cáñamo industrial.

Asimismo, destacó que es clave articular y generar sinergia entre el ámbito público y privado como, en este caso, con una PyMe de Puerto Madryn para generar productos que lleguen a la sociedad. Y expresó: “Esta licencia es un acuerdo público-privado que se hace realidad gracias al trabajo de investigación en ciencia y tecnología y al fortalecimiento que hemos estado haciendo en vinculación tecnológica”.

El Ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación, Daniel Filmus, destacó la importancia de la soberanía sobre las semillas y señaló: “Esto es posible porque hay ciertas miradas y perspectivas en debate, y una articulación público-privada que es fundamental y virtuosa”.

“Nos da mucha alegría ver cómo después de trabajar tantos años sin un marco regulatorio, se puedan realizar estudios científicos bajo una normativa legal para comenzar a responder tanto a necesidades medicinales como a oportunidades de crecimiento en la industria del país”, afirmó Gregorio Bigatti, investigador del CONICET y uno de los coordinadores científicos de Cannabis CONICET. Y agregó: “Además de ‘Pachamama’ y ‘Malvina’, también podrán licenciarse a empresas para su comercialización las otras cuatro variedades que desarrollamos: ‘CONICET’, ‘Ballena franca’, ‘Mariquita’ y ‘CENPAT’”.

“Pachamama” y “Malvina" 
Pachamama tiene una genética alta en cannabidiol (CBD) y Malvina en tetrahidrocannabinol (THC)
. A su vez, ambas variedades contienen diferentes concentraciones de terpenos, compuestos que actúan de manera sinérgica con el CBD y el THC.

Con las dos variedades, que tienen diferentes concentraciones de CBD y THC, se podrán hacer fitopreparados de aceite medicinal, y su uso en diferentes patologías estarán indicados por profesionales de la salud, se afirma en el comunicado de la CONICET.

“Obtener la primera licencia del CONICET de dos variedades de semillas de cannabis nos llena de orgullo y entendemos que conlleva un compromiso que asumimos con gran responsabilidad. Confiamos que con nuestro trabajo y el respaldo y asesoramiento de Cannabis CONICET, vamos a tener éxito llevando a la gente un producto argentino con trazabilidad y de calidad”, señaló Martín Almirall, presidente de Whale Leaf Farm (WLF).

Antes de comenzar la producción a gran escala, las semillas de cannabis medicinal desarrolladas pasaron por un proceso de estabilización y feminización. “La estabilización es necesaria para obtener plantas que sean iguales y produzcan la misma cantidad de cannabinoides. La feminización se busca para obtener mayor concentración de cannabinoides, ya que las plantas macho producen mucho menos y las hembras, si son fecundadas también tienen una disminución en la concentración final de cannabinoides”, explicó.

“Además, hemos podido comprobar que las semillas producidas a campo abierto tienen la misma calidad que aquellas desarrolladas experimentalmente por el CONICET”, destacó Almirall. Y agregó que Whale Leaf Farm trabajará con Santa Planta, el distribuidor más grande de Argentina en la industria del Cannabis, para que el primer lote de semillas pueda ser distribuido a todos los growshops del país.

Con información de CONICET.