Esponjas 

En el mundo marino hay muchísimas criaturas que producen efectos psicoactivos y embriagantes. Comencemos por las esponjas, particularmente aquellas en producir una sustancias muy particular: 5-Bromo-DMT. Son tres las especias más conocidas por ello: Smenospongia aurea, Smenospongia echina y Verongula rigida.

 

En una carta hecha pública por vice.com, un usuario comparte su experiencia al usar la sustancia, la cual él mismo sintetizó en un laboratorio. También especificó que usó 40 mg, los cuales fumó:

“Cerré mis ojos y me encontré a la deriva de un océano sobre un hielo con forma de pieza de rompecabezas. Hubo un adelgazamiento de mi propio pelo, y como que estaba ahí pero no. Muy ligero y no agresivo, no nauseabundo. Drogas como esta son descritas como “serénicas”.

Pero con 50 mg, sintió lo siguiente:

“Esta dosis representa el límite de lo que se puede inhalar físicamente, pero aún a esta dosis no he explorado todo lo que el material tiene para ofrecer. La euforia es pronunciada. AL mirar por la ventana a la silueta de un árbol sin follaje, me impacta la forma en que las ramas parecen dendritas y de nuevo por la tautología etimológica de mi observación.”

Así mismo, se describen algunos experimentos hechos por la Universidad de Mississippi. Cuando se le suministró el 5-Bromo-DMT a un grupo de ratones, se observó una reducción en la actividad locomotora, lo que llevó a los investigadores a sugerir una acción sedativa. Sin embargo, la potencia alucinatoria de la substancia también podría explicar el fenómeno.

Más información:

https://www.vice.com/en_us/article/znqdve/sea-dmt-000481-v20n3

https://europepmc.org/article/med/11975483

https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3111189/

Escorpiones

En Afganistán existe la costumbre de aplastar escorpiones entre dos piedras y dejarlos secar. La parte principal de la cola junto con el aguijón es triturada en un polvo fino el cual es fumado combinado con tabaco y hachís.

En su libro, Drogas en Afganistán, David Macdonald comparte la descripción de un amigo sobre los efectos de este uso:

“El efecto es instantáneo con el rostro y ojos del hombre tornándose muy rojos “mucho mayor que con el fumador de hachís”. También parecía altamente intoxicado pero alerta, aunque se tropezó y cayó cuando intentó levantarse de estar sentado… el humo sabía más dulce que el hachís, aunque la intoxicación era más duradera”.

En el mismo libro, se describen como otras propiedades del consumo del escorpión el mantenerte despierto, provocar dolores de cabeza severos e incluso empatar los efectos de un “viaje fuerte de mescalina”.

Más información:

http://suburra.com/blog/2012/05/10/scorpions/

Hormigas

En el sur de California algunas civilizaciones antiguas tenían la costumbre de comer y tragar hormigas rojas gigantes para inducir en sí mismos alucinaciones y habilidades premonitorias. También se usaron para tratar males como el reumatismo, ‘fuertes frios’, dolor corporal, dolor estomacal y varios desórdenes ginecológicos. 

El uso ritual de hormigas se dio particularmente entre los grupos Shoshonean. Ellos comían hormigas para obtener ayuda de sueños y poder chamánico.  Desafortunadamente, la información más precisa sobre estas prácticas es escasa pues muchas de estas culturas han casi desaparecido por completo.

Se sabe que se usaba principalmente la especie Pogonomyrmex, la cual produce uno de los venenos más tóxicos que existen, comparable incluso con el veneno de la cobra.

Hasta ahora, lo que se sugiere es que el efectos psicoactivos son producidos de manera indirecta por el veneno de la hormiga, la predisposición cultural que implicaba su rito, y estrés psicológico. Y es que ciertos componentes del veneno de la hormiga podrían interactuar con neurotransmisores para desencadenar eventos psicofisiológicos, como alucinaciones. 

Más información:

https://ethnobiology.org/sites/default/files/pdfs/JoE/16-1/Groark1996.pdf

Lagartija

Sobre el uso psicoactivo de lagartijas únicamente hay un caso anecdótico, publicado en el Journal of Substance Use.

El caso es el de un hombre casado de 30 años con historia de uso de sustancias como diciclomina+dextropropoxifeno+paracetamol y cannabis. Él combinaba la cola quemada de la lagartija con tabaco y los liaba en cigarrillos. También se la comía directamente de vez en cuando. Normalmente usaba entre 2 y 3 colas de lagartijas diario.

Según él, esto producía efectos como incrementar su autoestima, confianza y una sedación leve que podría durar entre 10 y 12 horas. ¿Qué lagartijas usaba? pues las que hubiese disponible. También aseguró que nunca tuvo síntomas de abstinencia. 

En una examinación psiquiátrica detallada, el hombre no manifestó señales de ninguna psicopatología.

Más información:

https://www.sci-hub.tw/10.3109/14659891.2014.987836