La prohibición arrojó a todas las drogas y sus usuarios dentro de un mismo morral. Ya sea que prefieras la mariguana, la cocaína, las tracas (MDMA) o cualquier otra sustancia, como miembros de la comunidad psicoactiva estamos expuestos a ciertos riesgos comunes y bastante cotidianos.

Por ello, hoy les compartiremos algunos tips que conviene tener en cuenta para evitar problemas con la autoridad, conservar nuestra salud y, en general, pasar un buen rato.

 

  1. Infórmate, infórmate e infórmate:

    No nos cansaremos de repetir esto. Desafortunadamente, la información veraz y confiable respecto al uso de drogas es escasa. Por ello, es indispensable consultar varias fuentes antes de dar algún dato por hecho.

    Si piensas consumir alguna sustancia, algunas preguntas que conviene realizarse son:
    ¿sobre qué parte de mi organismo va a actuar?
    ¿qué efectos o síntomas son comunes?
    ¿cuáles factores podrían incrementar el riesgo de consumo (predisposiciones genéticas, enfermedades crónicas, alergias)?

    Algunos sitios digitales para informare son: Lugo y las drogas, Échale cabeza, Energy Control, Reverde Ser y Tripsit.
     

  2. Poner extra-atención a tu alrededor

    La mayoría de las drogas altera nuestra percepción. Los pachecos lo saben bien, pues no es raro que pasemos horas buscando algo que al final estaba en nuestro bolsillo. Lo ideal es habituarse a estar al pendiente de factores como el tiempo y el lugar donde te encuentras.

    Basta con cosas sencillas como revisar que no dejes nada de valor cuando te traslades de lugar, o estar al pendiente de la hora si tienes alguna cita o pendiente de importancia (si lo necesitas, programar recordatorios puede salvarte de perder compromisos o que se te vaya el último metro).
     

  3. Vigilar lo que consumimos

    Aplica en especial cuando se consume durante una fiesta. Recordemos que un buen porcentaje de la comunidad psicoactiva es poliusuaria, lo que significa que consume dos o más drogas por separado o en una sola ocasión. Por ello, es usual que las combinen en formas bastante creativas.

    Una de las más comunes, por ejemplo, es el famoso primo; esto es un porro de cannabis espolvoreado con cocaína. También sé de personas que gustan de mezclar mariguana con DMT, por lo que me fijaría dos veces antes de jalar de su pipa.
     

  4. Ser discreto

    A menos que conozcas a la perfección el ambiente donde piensas viajarte, lo mejor es que le cuentes de tu consumo sólo a quien sepas va a actuar con responsabilidad. Lo último que necesita un psiconauta es sentirse observado o juzgado, ya que son detonantes de un mal viaje.

    Cabe mencionar que tampoco es recomendable consumir sin contarle a nadie. En dado momento puedes necesitar asistencia médica, por lo que el profesional de la salud querrá saber qué está ocurriendo en tu cuerpo. Lo cual, te será difícil de explicar si pierdes el conocimiento o simplemente tus habilidades cognitivas no están en sus mejores capacidades.
     

  5. Respeta el consumo de los demás

    Como lo menciona el punto anterior, sentirse cómodo es el primer paso para una experiencia disfrutable. En este sentido, no es válido discriminar a alguien que consume una sustancia distinta a la nuestra. Después de todo, sería continuar por el mismo camino que ha causado tantos problemas sociales y de salud.

    Y en caso de que poseas información sobre lo que consumen los demás, se vale estar disponible y compartir el conocimiento que pueda beneficiar al resto, pero siempre desde una posición de pares y de humildad. Después de todo cada quien debe hacerse responsable de sí mismos, no se puede cuidar a todos todo el tiempo.
     

  6. Ten un plan de emergencia

    La seguridad debe ser nuestra primera prioridad. Una de las mejores estrategias para protegernos es preveer cosas como: dónde piensas pasar la noche, contar con batería suficiente en tu celular, guardar dinero para un taxi y no transportar más de lo que pienses consumir.

    Por último, hay que aprender a disfrutar nuestros viajes mientras se siguen estos consejos. Encontrar el balance entre el goce y nuestro bienestar. Así, demostraremos que, como comunidad, somos capaces de hacernos responsables siempre y cuando contemos con información útil y se respeten las decisiones personales.

 

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