Los usuarios de drogas ilícitas estamos quedando al margen de la cuarta transformación. Si bien, durante el primer período de sesiones de la nueva legislatura se presentaron iniciativas del interés de los usuarios de mariguana, por parte de los partidos Morena, PRD y PRI, ninguna de ellas pasó de comisiones; en contraparte, las primeras semanas del nuevo ejecutivo han bastado para conocer su perspectiva sobre su política hacia nosotros, la cual es poco favorable.
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Empezamos mal desde la forma en como se nos incluyó en el Plan de Paz y Seguridad del nuevo gobierno. En aquella ocasión se nos dijo: “La alternativa inevitable es que el Estado renuncie a la pretensión de combatir las adicciones mediante la persecución de la sustancias que la generan y se dedique, en una primera instancia a mantener bajo control clínico a quienes ya las padecen.”
Esto es, se pretendería cambiar el trato que se nos da, ya no como “criminales” sino como “enfermos”, quizás como “enfermos criminales”. Esto es preocupante porque a ello se le une la participación de Mondragón y Kalb en el nuevo gobierno, quien como jefe de la policía de CdMx impuso récords de detenciones de usuarios y como comisionado de la Conadic solapó a miles de centros de internamiento donde se trata a usuarios de drogas, pese a que incumplen normas en la materia y a que en muchos de ellos se violan los derechos humanos de los pacientes; evidencia de estas violaciones se presentaron en octubre pasado en una Audiencia en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
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La semana pasada, el Diario Reforma publicó en una columna que José Alfonso Novelo Baeza, nuevo director de la Cofepris, ordenó “No dar respuesta a ninguna solicitud relacionada con este tema [la cannabis]”.
La misma columna señala “ninguna empresa, ni nadie podrán obtener información relacionada a los avances que pudiera tener la Cofepris sobre la industria de la cannabis medicinal hasta que a Novelo le quede claro si los permisos de comercialización que otorgó su antecesor, Julio Sánchez Tepoz, son válidos y sobre todo legales”. Nada ha cambiado. Las empresas que habían obtenido permisos de importación no han podido introducir productos al país -excepto una, según Reforma- y las que esperaban obtener permisos seguirán esperando.
Si bien es deseable que todo sea válido y legal en el actuar del gobierno, lo conducente para la Cofepris sería publicar la normativa que establece la reforma del 2017, antes que castigar la salud de quienes esperan acceder de forma legal a medicamentos derivados del cannabis, o la economía de las empresas que quieren importarlo legalmente.
¿O será acaso simple cálculo presupuestal? Recordemos que la Constitución de la CdMx establece el derecho a la medicina cannábica, por lo que si el gobierno federal permitiese medicamentos legales en el país el gobierno de la CdMx -del mismo partido- se vería obligado a suministrarla. Esto no está en el presupuesto.
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Un golpe más a nuestra comunidad sucedió el domingo 14. El gobierno federal empezó a difundir la llamada ‘Cartilla Moral’, dicho documento fue escrito por Alfonso Reyes en 1943 a petición del entonces Secretario de Educación, Jaime Torres Bodet, y se publicó originalmente en 1944.
Sin embargo, la cartilla publicada por el gobierno federal no retoma aquella edición, sino una “adaptación de José Luis Martínez” realizada en 1992, irónicamente durante el gobierno del innombrable. Esta edición posterior, a diferencia de la original, agrega en el capítulo sexto -Respeto a nuestra persona- un par de párrafos contra las libertades individuales; los cuales la publicación destaca en letras rojas. En el primero se ridiculiza el exhibicionismo, en el segundo se nos zarandea a quienes usamos drogas:
“El respeto a nuestra persona nos exige también no envenenarla ni degradarla. Las huidas de la realidad que prometen los tóxicos destruyen las más notables facultades humanas.”
¡Tómala! El Estado promoviendo la vulneración de nuestro derecho al libre desarrollo de la personalidad. Y para ello utiliza el prestigio de Alfonso Reyes, al cual le endilga pensamientos que no publicó. Entonces, si bien estas ideas no forman parte de la obra del autor, sí forman parte de la perspectiva que el nuevo gobierno tiene sobre nosotros.
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Así las cosas, en estas primeras semanas de la cuarta transformación la instituciones oficiales han reforzado el estigma hacia los usuarios y han congelado lo poco que se había avanzado en el acceso de derivados del cannabis para uso medicinal.
Esperamos que esta tendencia cambie, en tanto seguimos fumando de la prohibida...
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¡Ya sólo faltan 109 días para la marcha 2019!
Clavado en la textura es la columna de opinión del
Dr. Cannabis