Trip Killers: cómo interrumpir un viaje psicodélico de pesadilla

Una viaje o trip psicodélico puede ser una experiencia profunda y de gran significado en el transcurso de la vida para muchas personas. El nivel en que estas sustancias trabajan es tal que puede conducir a revelaciones trascendentales, que por lo general involucran a la “esencia” de cada consumidor.

Para muchos esto puede tener efectos terapeúticos, espirituales y reveladores. Sin embargo, también puede conducir a verdaderos episodios de terror, pesadillas e infiernos propios de nuestros más grandes temores. En tales casos, es posible terminar el viaje usando otras sustancias.

Para difundir prácticas de consumo seguras y responsables el canal de youtube Psyched Substance recopiló algunas experiencias de usuario e información general sobre las más comunes, las cuales enlistamos a continuación. Sin embargo, nos sumamos a la advertencia que se hace al inicio del video:

“No soy un doctor y cualquiera que pretenda usar alguna de las siguientes sustancias debe buscar información adicional y realizar investigaciones más profundas”. También añadimos que el consumo responsable y cuidado de la salud es, a final de cuentas, una serie de decisiones y límites personales.

Leer: Psicodélicos de uso seguro

Así mismo, alertamos que muchas de las siguientes substancias son opioides, lo cual implica su propia lista de riesgos. Por un lado, tienen un alto potencial de generar dependencia desde las primeras dosis, y a diferencia de la mayoría de los psicodélicos, su dosis letal es muy cercana a sus dosis activa (osea que es muy fácil excederse) lo cual genera consecuencias irreversibles (como morir).

Recordemos que en países como Estados Unidos, Canadá y Reino Unido se ha visto un incremento en las muertes causadas por el uso de los opioides, y que en muchos casos las dosis ingeridas se encontraban contaminadas por fentanil, una variante muy peligrosa de este tipo de drogas.

En este sentido, recomendamos que se realice más investigación personal y, de ser posible, se consulte con un profesional médico sobre los riesgos particulares que cada uno podría presentar al usar un opioide.

¿De verdad necesito terminar el viaje?

Todos estos riesgos obligan a uno a preguntarse ¿qué tan necesario puede ser el terminar un viaje psicodélico como para recurrir a estas otras drogas? Bueno, como mencionamos al principio, estas sustancias interfieren con partes muy sensibles de nuestra psique personal, lo cual puede devenir en ataques de psicosis, ansiedad, pánico y depresión que en algunas ocasiones deja profundas cicatrices emocionales en los usuarios, o los orilla a tomar decisiones como suicidarse. Es algo más intenso que un mal viaje tradicional.

En tales casos, estas sustancias ofrecen una alternativa que conviene conocer a profundidad para tomar la desición correcta.

¿Qué es un Trip Killer?

Si consumes un psicodélico duro, te comienzas a mal viajar y decides acudir a un hospital por ayuda, lo que harán es administrarte una de estas drogas. Técnicamente, cualquier sustancia que se consuma con la intención de terminar una experiencia psicodélica es un trip killer.

Lo que se debe vigilar es su efectividad y potencial riesgo.

Benzodiacepinas

Las Benzodiacepinas son bastante comunes. Tienen propiedades tanto ansiolíticas como amnésicas. Son usados como sedantes, relajantes musculares, para tratar insomnia y generar alivio de la espasticidad.

Éstas, incrementan la actividad del neurotransmisor GABA, el cual es un inhibidor y reduce la actividad excitatoria.

Seth Fitzgerald, un estudiante de doctorado en biotecnología y conductor del canal The Drug Classroom, explicó lo siguiente respecto a su funcionamiento:

“Hay un espacio entre dos secciones de la estructura de proteína que compone al receptor de GABA donde las benzodiazepinas se pueden unir. Una vez que esto sucede, mucha de la actividad excitatoria en el cerebro se reduce, algo de lo cual es utilizado por los psicodélicos para producir sus efectos aunque éstos no son simplemente drogas ‘excitatorias’”.

Aunque en realidad, no se conoce a ciencia cierta cómo funcionan estas interacciones, pues hay mucho de la farmacología de los psicodélicos que no se conoce.

Las benzodiacepinas más comunes son:

Alprazolam.

Se usa para tratar desórdenes de pánico y ansiedad. Sus efectos se perciben a los 30 minutos de consumo y pueden durar por 6 horas.

Lorazepam

Es usado como sedante y ansiolítico para tratar insomnia y desórdenes de ansiedad.

Sus efectos se perciben desde los 20 minutos pasados del consumo vía oral y tiene una duración de entre 8 y 12 horas.

Diazepam

Este sustancia se usa para los desórdenes de ansiedad, convulsiones, espasmos musculares severos, y espasticidad asociada con desórdenes neurológicos. Sus efectos son perceptibles desde los 15 hasta los 60 minutos después de su consumo, y pueden durar hasta 12 horas.

Lo mejor es la prevención

La mejor forma de reducir los riesgos y daños de un mal viaje de este tipo, es evitar los factores que los desencadenan. Por ello, lo recomendable es siempre consumir en ambientes seguros y con gente de confianza. También conviene poner atención al estado de nuestra salud y estabilidad emocional.

Algunas prácticas que ayudan a tolerar los malos momentos durante las experiencias psicodélicas son la meditación y el ejercicio, pues estos fomentan la disciplina y autocontrol mental que genera resistencia a la frustración, pánico y ansiedad.

Por otro lado, recordemos que no todos los mal viajes son necesariamente malas experiencias. Después de todo, lo que ocurre durante estos episodios es que nos enfrentamos a “nuestros demonios”, lo cual a veces es necesario para crecer como persona.