Un 19 de septiembre pero de 1915 nació Germán Valdés “Tin Tan”, quien dio vida a un personaje cuya presencia en la pantalla grande forma parte de los anales en la historia del cine mexicano. Ahora su filmografía es, sin duda, una materia obligada de la apreciación cinematográfica nacional, la historia de la cultura popular y un referente para muchos mexicanos.
Lo que poco se aprecia de este personaje es que, gracias a él, la marihuana llegó al cine en una representación libre de estigma. ¿Cómo ocurrió esto? veamos:
El estigma en el cine
Durante gran parte del siglo XX los medios masivos de comunicación y las instituciones del Estado de varios países se dedicaron a retratar el consumo de marihuana como si fuese una invocación diabólica que toda sociedad debería evitar. Por ejemplo, en Estados Unidos se filmaron y produjeron películas como Reefer Madness la cual tuvo como consecuencia la difusión de miedo, paranoia y prejuicio hacia la cannabis y sus usuarios.
Reefer Madness (Louis Gasnier, 1936) retrata a varios jóvenes quienes conforme van fumando marihuana caen en la demencia y la perdición (han de haberse fumado de la panteonera).
México hizo lo propio y lanzó una “película de horror” llamada Marihuana: El monstruo verde (José Bohr, 1936).
Incluso al inicio del film se muestra la siguiente dedicatoria al Cuerpo de Policía de México pues “considera esta producción como la demostración más fiel de la técnica policíaca actual”.
Y como es de esperar, y alineado con la política estatal, la película se dedica a mostrar la marihuana como un monstruo que hay que detener a toda costa.
“Cada día se hace más general en nuestro país, como en todo el mundo, el uso de drogas especialmente el uso de la marihuana que extiende sus tentáculos como un monstruo verde ansioso de nuevas víctimas” lee del periódico un personaje en la historia.
Tin Tan y el consumo de marihuana
Tin Tan era un ávido consumidor y entusiasta de la marihuana, según relató Alfonso Arau en una conferencia de 2016. Recuerda cómo, durante un viaje en yate en el que ambos se encontraban, Tin Tan fue capaz de saltar al mar lleno de tiburones para rescatar unas bolsas llenas de la planta amiga.
“Había como 3 o 4 sacos así grandotes de marihuana, porque Tin Tan era muy aficionado. Entonces uno de los invitados, imprudente, tiró un cigarro y la marihuana cogió fuego. Un marinero inmediatamente la tiró al mar y Tin Tan se lanzó a salvarla, ahí entre los tiburones”.
Por su consumo, a Valdés se le juzgó en aquel tiempo, relata su biógrafo Rafael Aviña. “Algo que se le criticó a Tin Tan es el consumo de marihuana, que nunca ocultó y lo exhibió en sus películas, fue una manera de desafiar al poder alemanista.
“Fue un hombre hiperactivo, de ahí que le gustara tanto la sexualidad, la marihuana, la música, el baile, el reventón. El consumo de la marihuana le atrajo muchas críticas. Eso no lo hizo ni mejor ni peor persona, ni mejor o peor actor”, precisó Aviña en una entrevista a La Jornada.
Tin Tan pronto revelaría su gusto por la mota en un par de películas.
El Rey del Barrio se les truena en la pantalla grande
Antes del estreno de El Rey del Barrio (Gilberto Martínez Solares, 1950) la marihuana en el cine mexicano se retrataba de manera despectiva y prejuiciosa. Por lo general esta era usada por los villanos de la historia, nunca por un protagonista con el cual la audiencia pudiera simpatizar.
Eso, hasta que Tin Tan grabó la siguiente escena:
Ahí vemos a Tin Tan entrar a un establecimiento mientras se fuma un extraño canuto. Nuestro personaje interactúa con un par de animales disecados, quienes extrañamente parecen responder a sus ademanes. Entonces Tin Tan se sobresalta, curioso mira al porro y lo decide apagar (esta madre está fuerte, parece decir).
Hoy en día puede parecer poco, pero en aquel entonces un guiño de este tipo era destacable, particularmente al tratarse de un medio de comunicación como el cine en los años 50.
Así mismo, hay otra referencia a la planta amiga en la película Soy charro de levita (Gilberto Martínez Solares, 1949): “¡Ahora le zumbas a la grifa! ¿De cuál fumaste?”
Por estos actos, si bien sutiles, hoy podemos reconocer a Tin Tan como el mexicano que llevó lo mota al cine en una representación libre de estigma, por lo cual le dedicamos los mejores humos en el aniversario de su nacimiento.