La máquina Stardust automatiza la producción de cigarrillos de mariguana. La compañía Stiiizy con sede en Los Ángeles, Estados Unidos, maximiza la producción de porros a través de la máquina que fabrica lo que diez personas, por ejemplo mientras una persona produce treinta porros por hora, la máquina produce trescientos, además de que les agrega kief (cannabis en polvo) que aumenta la potencia de sus efectos.
De acuerdo con el medio Forbes, el principal atractivo de esta máquina radica en su capacidad para fabricar porros con un alto contenido de THC. La máquina utiliza un proceso automatizado y preciso en el que cada cigarrillo pre-enrollado cumpla con un estándar de calidad y potencia que supera a los métodos de producción manual, "esta máquina produce más que diez personas” mencionó el CEO de Stiiizy. Stardust garantiza mayor potencia del efecto, lo que es crucial en un mercado donde los consumidores buscan productos de alta calidad y efectos predecibles.
Esta máquina permite a los productores escalar sus operaciones de manera eficiente, reduciendo la mano de obra manual, acelerando el proceso de empaquetado y enrollado. Con la automatización se minimizan los errores humanos y se garantiza que cada producto sea uniforme, lo que es vital para la confianza del consumidor y el cumplimiento de las regulaciones. A pesar de esta eficiencia, por el momento Stiiizy no planea reemplazar a sus trabajadores por máquinas ya que la empresa considera que “la robótica es el futuro, pero el futuro no es hoy”.
La máquina Stardust representa un paso hacia la industrialización del cannabis, pasando de un enfoque artesanal a uno tecnológicamente avanzado. La combinación de alta potencia de THC, la eficiencia de la producción automatizada y la consistencia del producto final la posiciona como una herramienta clave para aquellos que buscan liderar en el competitivo mercado del cannabis legal, “este tipo de innovación no solo eleva los estándares de producción, sino que también abre la puerta a nuevas posibilidades en la creación de productos de cannabis a gran escala”, afirmó el CEO de la empresa.
Sin embargo la comercialización de esta máquina presenta retos que radican en la prohibición federal, pues esta produce mil porros por hora a tres centavos y medio, lo que implica generar un margen de ganancia lo suficiente para cubrir gastos de mantenimiento y operación, y las empresas locales no tienen el mercado para adquirir una máquina Stardust pagada al cash, ni cuentan con créditos bancarios debido a las prohibiciones federales.
La máquina Stardust es un claro ejemplo de cómo la tecnología puede transformar industrias tradicionales. Y, pese a que los desafíos regulatorios representan obstáculos significativos, esta innovación podría tomar la misma dirección del mercado legal del cannabis: una producción altamente rentable y con productos con efectos de potencia predecible.