La Dosis recomienda que siempre y en especial en estas fiestas navideñas y de fin de año, tengas en cuenta tomar el control al consumir tus sustancias favoritas, que sea todo con medida. ¡Infórmate y protégete!

El alcohol es un depresor del sistema nervioso central, por lo que disminuye las funciones vitales. Sin embargo los efectos del alcohol dependen en gran medida de la cantidad consumida. En pequeñas cantidades actúa como un estimulante, relajando y produciendo desinhibición (fase de excitación), y en grandes cantidades funciona como un depresor, provocando pesadez, cansancio y pérdida de coordinación (fase anestésica).
 

Más de 5 gramos de alcohol por litro de sangre provocan la muerte (fase bulbar).
 

Recuerda que el alcohol frecuentemente exagera el humor en el que alguien se encuentre, por lo que recomendamos que las personas con tendencia a la agresión o a estados de depresión se abstengan de su consumo.

 

El consumo de alcohol debe evitarse:

  • En niños, mujeres embarazadas y/o en período de lactancia.
  • Si se padecen enfermedades hepáticas (del hígado) o del aparato digestivo.
  • Si se ha de conducir vehículos o manejar maquinaria.
  • Si se padece algún trastorno psicológico o se está pasando por una mala racha.

 

Se recomienda:

  • No beber con el estómago vacío
  • No beber y manejar
  • Mantenerte siempre hidratado, el agua ayuda al hígado y disminuye los riesgos de deshidratación.
  • Bebe alcohol lentamente y en pocas cantidades

Tener cuidado al combinarlo con las siguientes sustancias:

Con otros depresores, como los tranquilizantes (Trankimazin o Rohipnol), GHB o Ketamina puede producir estados profundos de sedación con pérdida de conciencia e incluso el coma.

Con estimulantes tipo MDMA o Anfetamina (speed) incrementa la deshidratación corporal y el riesgo de ‘golpe de calor’. Además, hace que se contrarresten los efectos de ambos, con lo que puede aparecer una tendencia a un mayor consumo con objeto de experimentar los efectos deseados y, por tanto, un aumento en los riesgos.

Con cocaína genera en el organismo el llamado coca-etileno, un metabolito de gran poder tóxico.

 

Los efectos del alcohol son mucho más seguros y placenteros cuando no hay abuso.

(Con información de Energy Control, Espolea y El universo de las Drogas)