Llegó la temporada de lluvia y tormenta. Esto representa un reto de quienes cultiven en azoteas, balcones, terrenos, patios o cualquier espacio a la intemperie y que exponga a nuestras plantas de cannabis a la rudeza de una tormenta. A continuación compartimos unos consejos del sitio leafy sobre cómo proteger nuestros preciosos cogollos.
Antes de la tormenta: prepárate
Tú primer línea de defensa es el enrejado. Los cogollos húmedos pesan más, lo que significa que necesitas proveer de soporte adicional de lo que se pudiera anticipar.
Empieza por asegurarte que los tallos primarios de tus plantas tengan algún soporte. Las jaulas se pueden colocar alrededor de las plantas a una edad joven y funcionarán de maravilla más tarde en la temporada. Pero cualquier punto donde una rama se separa en dos nuevos tallos es un punto de estrés que se puede romper con facilidad. Identifica estos puntos y usa varas de bamboo y nudos para asegurar las ramas grandes.
Después de asegurar el interior de la planta, necesitarás enrejar el exterior y proveer de soporte en los cogollos. Sujeta la rejilla a un sostén sólido (puedes enterrar unos postes junto al cultivo para que tenga éste un mayor soporte) y después guía cada cogollo por el enrejado. Asegurate de darles suficiente espacio para proveer de buen flujo de aire.
Asegura el drenaje
Si cultivas en macetas asegúrate de que el agua no se estanque alrededor de las plantas.
Por otro lado, s tus plantas están en el suelo, fíjate que la tierra pueda drenarse después de la tormenta. Algunas barreras naturales para el drenaje son invisibles al ojo desnudo, como rocas que bajo la superficie, las cuales causan que las raíces de las plantas se remojen en agua por días. Para evitar esto lo mejor es revisar antes de plantas.
Protección contra el viento
El viento es una amenaza para las plantas de cannabis, así que al escoger un espacio en el jardín considera la dirección en que sopla el viento normalmente. Al plantar cerca de árboles o arbustos densos. puedes bloquear fuertes ventiscas. Sólo asegurate de no bloquear la luz solar.
Después de la tormenta
Una vez pasado todo, inspecciona cada planta, busca las ramas que estén llamadas y checa todos los cogollos. Ayúdales a tus plantas a liberarse del agua sacudiendo los tallos. Hazlo ligeramente para evitar dañar la planta. Y si encuentras alguna rama dañada repárala en cuanto te sea posible.
Ahora, sólo queda esperar por la cosecha.