El frío puede presentar un problema en el cultivo de marihuana. Incluso para quienes usen armarios o cuartos en interior. Después de todo, el intractor absorbe el aire de afuera, donde puede que las temperaturas desciendan más de lo deseado.
Las temperaturas ideales son entre los 20° y 26º para los periodos nocturnos y diurnos respectivamente. Cuando no reciben el suficiente calor, se presentan problemas en su crecimiento. Por ejemplo, su metabolismo se irá ralentizando gradualmente.
Sin la fuerza y vigorosidad necesaria, lo más seguro es que terminemos con plantas pequeñas y endebles.
Por otro lado, el sistema radicular no podrá expandirse del todo, por lo que la absorción de nutrientes será deficiente. Eso repercutirá en la etapa de floración y, por lo tanto, en la calidad de nuestros cogollos. Por ello evita usar agua salida del grifo sin comprobar que la temperatura esté templada.
Y si se llega por debajo de los 12º se corre el riesgo de perder el cultivo. Para evitar desgracias, a continuación les compartimos algunos tips para proteger a sus plantas del frío.
¿Qué cultivar?
Sin duda, las plantas autoflorecientes son la mejor opción para el cultivo en climas fríos. Y no es de sorprender, pues estas provienen de la cannabis ruderalis, la cual es autóctona de la estepa rusa, uno de los lugares más gélidos del planeta. Entonces, “las autos” son un poco más resistentes por naturaleza.
Aguas con el magnesio.
Este micronutriente es muy importante para el correcto desarrollo de las plantas de cannabis y es un elemento susceptible de ser fácilmente no absorbible por parte de la planta si, por ejemplo, la temperatura del sustrato es inferior a 18º.
Dales calor
Si utilizas lámparas HID (alta intensidad de descarga) es posible que el calor que emiten estas sea más que suficiente (en ese caso es probable que utilices un sistema de enfriamiento en invierno).
Por otro lado, un calentador eléctrico (de 1500 a 2000 watts) implica un gasto de corriente extra, y se corre el riesgo de resecar las plantas. Para evitar eso, se recomienda no apuntar la fuente de calor de manera directa.
Para sistemas pequeños un radiador casero puede ser la solución
Otra opción sería conectar el intractor a un calentador aislado por una caja térmica. Entonces, todo el aire que se caliente dentro de esta caja, iría hacia dentro del armario.
También es posible utilizar cordones térmicos. Estos se ocupan por lo general en las peceras de reptiles como lagartijas, iguanas, serpientes, etc. Los hay en distintos tamaños y grosores por lo que se adecuan a tus necesidades. Simplemente enroscarlo alrededor de las macetas y el cable radiará el calor hacia las raíces.
El frío como ventaja
En cierta forma, el frío es un factor de estrés hacia nuestras plantas, lo cual queremos evitar la mayor parte del tiempo. Excepto durante las últimas semanas de floración.
Verán, cuando las plantas sienten el peligro de morir, recurren a mecanismos de supervivencia muy particulares. En el caso de la marihuana se trata de la producción extra de tricomas y resina.
En teoría, esta capa extra de resina tiene propiedades térmicas, y aislaría a la planta del frío. También, la planta detecta que puede ser su última oportunidad para reproducirse, por lo que busca “vestirse atractiva”. Lo ideal es bajar poco a poco la temperatura hasta llegar a los 16-17º. Esto funciona mejor con variedades provenientes de lugares como Pakistán, Afganistán o India,. Por ejemplo, las Kush y las White (white widow, white russian, etc.)
Los colores de las flores
Por último, se sabe que las bajas temperaturas estimulan la aparición de colores como el morado y el rojo. Esto, porque en esas condiciones la planta produce pigmentos como la antocianina (la cual aparece a falta de clorofila, cual pigmenta verde).
En caso de que busques estos tonos, el frío puede ser tu aliado, si sabes manejaro.