*Se aprueba el primer estudio con cannabis medicinal fumada.

*Realizado en veteranos de guerra con trastorno por estrés post traumático.

Héctor Joel Anaya

@jonasartre

 

El pasado 19 de abril de 2016, la DEA (Drug Enforcement  Agency) aprobó formalmente que MAPS (Multidisciplinary Association for Psychedelic Studies) comience un estudio clínico. El presupuesto estimado del estudio es de $2.156.000 dólares y  será financiado al 100% con dinero público obtenido de la regulación de cannabis en Colorado, mediante el Departamento de Colorado de Salud Pública y Medio Ambiente (CDPHE).

La aprobación de este estudio es un gran avance para los que desean comprender mejor las propiedades medicinales de la planta. "En última instancia, queremos ver que la Food and Drug Administration apruebe la marihuana como una droga de prescripción legal," nos comenta Brad Burge, director de marketing y comunicación de MAPS.

El estudio explorará si fumar o vaporizar la marihuana puede ayudar a reducir los síntomas del TEPT (Trastorno por estrés postraumático) en veteranos estadounidenses con trastorno crónico y resistente a tratamiento. Los participantes del estudio serán 76 veteranos de guerra, deberán ser militares estadounidenses, hombres o mujeres, mayores de 18 años y con un diagnóstico de TEPT que no ha mejorado después de intentar con medicamentos o psicoterapia.

Este es un estudio  pionero, al ser el primer estudio triple ciego, controlado con placebo, sobre la seguridad y eficacia de la marihuana fumada para tratar los síntomas crónicos del  trastorno de estrés postraumático resistente al tratamiento. Se utilizarán cuatro potencias diferentes de la planta más un placebo, los investigadores intentarán reunir datos cualitativos sobre la eficacia del impacto de cada nivel de potencia en los síntomas de TEPT en la Escala Clínicamente Administrada (CAPS). La evaluación incluye una encuesta estandarizada que se utiliza para evaluar los síntomas descritos en el Manual de Diagnóstico y Estadística de los Trastornos Mentales (DSM-5). Los investigadores también monitorearán el comportamiento natural de los participantes (no dirigido o manipulado) mediante la observación de la cantidad de marihuana que fuman los veteranos (hay una cámara en la caja de cigarrillos pre-liados que reciben).

Sobre la base de estos resultados, los investigadores harán recomendaciones sobre la eficacia de la marihuana para el tratamiento de los síntomas de TEPT. Los veteranos de hecho recibirán el tratamiento en centros médicos en Arizona y Maryland. Marcel Bonn-Miller, Ph.D., de la Universidad de Pennsylvania supervisará el estudio.

Para que la marihuana fumada pueda pueda ser utilizada médicamente, la FDA tendría que aprobarla para una indicación específica y sobre la base de pruebas científicas de que la marihuana botánica es segura para el consumo humano. Si este estudio se realiza correctamente, se espera la continuación de más investigaciones para determinar qué cepas son las más útiles para tratar ciertos síntomas, las dosis apropiadas y los mejores métodos de acceso.

Según Brad Burge: “Nuestros esfuerzos para iniciar la investigación de la marihuana medicinal se han visto obstaculizados por el Instituto Nacional sobre Abuso de Drogas (NIDA) y la Drug Enforcement Administration (DEA) desde su fundación en 1986. El monopolio del NIDA sobre el suministro de marihuana para la investigación y la negativa de la DEA para permitir a los investigadores de cultivar para su propia investigación ha restringido la marihuana medicinal desde hace décadas. Por más de 12 años, MAPS participó en las luchas legales en contra de la DEA para poner fin a esta situación. Y lo han logrado.

Con esto se demuestra la necesidad de impulsar una reforma a las leyes de cannabis que amplíen el espectro científico para la investigación innovadora sobre nuevos tratamientos para ciertas dolencias y potenciales clínicos. Este año se espera la publicación de los resultados del estudio.