El tiempo se agota. El plazo que tienen las cámaras legislativas para armonizar las leyes en materia de mariguana con la Constitución, conforme a lo establecido por la suprema corte, vence en octubre.
El Movimiento de Regeneración Nacional, mayoría en ambas cámaras legislativas, tiene mano para decidir cómo se va a legislar y regular el uso y el cultivo de mariguana para consumo personal. Así como para integrar una serie de dispositivos que faciliten la producción, distribución, comercio, consumo de cannabis y otras actividades que dejarían de ser ilícitas.
Sin embargo, al interior del partido político hay corrientes de pensamiento que reflejan diferentes ideas respecto a cómo regular, así como respecto a los límites a establecer sobre el ejercicio de éstas actividades que, aunque reconocidas como derechos, continúan siendo controvertidas para los legisladores -y también para los ciudadanos comunes.
Así, a lo largo de estos meses se han presentado distintas iniciativas para regular la cannabis, varias de ellas por legisladores de Morena y partidos afines. En lo general, las iniciativas contienen elementos progresistas en consonancia con la Corte, pero también elementos que perpetúan la vulneración de los usuarios de mariguana, a través de mantener artículos de ley que fundamentan buena parte de las detenciones arbitrarias y extorsiones de las que somos sujetos.
En la iniciativa de Sánchez Cordero -ahora Secretaria de Gobernación-, por ejemplo, aunque se propone el consumo público de forma idéntica al tabaco, no se propone despenalizar la posesión. De aprobarse así, los usuarios que consuman en público y sean detenidos -de forma arbitraria o no-, y encontrados en posesión de mariguana, continuarían siendo víctimas de extorsión por parte de policías corruptos, o siendo presentados ante un MP por parte de policías honestos: En cualquiera de los casos, el usuario seguiría siendo perseguido.
Por el lado contrario, pero con los mismos resultados posibles, se encuentra la intención en varias iniciativas de mantener la prohibición del consumo público; entre ellas las presentadas por el Senador Menchaca, presidente de la Comisión de Justicia, y por el Diputado Delgado, coordinador de Morena en el Congreso. Esto es central, pues el consumo público es la principal causa de detenciones de usuarios, que luego se traducen en extorsiones o presentaciones ante el mp; por lo que mantener su prohibición implicará también mantener prácticamente intacta la persecución de usuarios.
Otro candado al ejercicio de los derechos pachecos es el padrón de usuarios, propuesto en iniciativas como las de Sánchez y Menchaca, una suerte de base de datos donde los mariguanos tendríamos que registrarnos para poder hacer ejercicio de nuestros derechos; en caso de no hacerlo seguiríamos siendo ilegales y perseguidos por la autoridad. Pero un registro de usuarios no solo sería discriminatorio, sino que podría resultar en riesgos importantes; ¿qué pasaría si el padrón de cultivadores llegara a manos del crimen organizado? Les podrían desde robar la producción hasta prohibirles que cultiven. Desafortunadamente otras bases de información públicas con datos personales se venden por internet, y no hay garantías de que este registro y los datos personales de usuarios y cultivadores permanezcan anónimos. Y no hacen falta más riesgos.
Sin duda se requiere avanzar en una regulación del cannabis, y cualquiera de las iniciativas parece mejor que mantener las leyes actuales, pero es fundamental no solo incluir los derechos de los usuarios, sino también garantizar su ejercicio. Esta es una gran oportunidad para Morena, garantizar el ejercicio de los derechos de los usuarios disminuiría las extorsiones y la corrupción basadas en las leyes actuales.
Respetar nuestros derechos no sólo permitiría la integración plena de los usuarios de mariguana a la sociedad, sino que permitiría que las fuerzas policíacas dedicadas a perseguirnos y detenernos -y extorsionarnos- puedan dedicarse a inhibir delitos que afectan a terceros.
Esperamos que los legisladores de Morena abonen a la paz y le digan ¡guácala a la extorsión de los usuarios!