Aires de cambio se respiran en el país. El descomunal triunfo del partido de oposición plantea la posibilidad de aplicar nuevas estrategias para resolver viejos problemas. La política de drogas no es la excepción.

Amaya Ordorika, Coordinadora de Incidencia de ReverdeSer Colectivo, nos ayudó a revisar los principales problemas del modelo actual, así como los puntos centrales en los que debe estar basada la política de drogas que México necesita.

Esta es la segunda parte de la entrevista.

Sobre la amnistía a gente detenida por delitos contra la salud ¿cómo se presenta la propuesta de México frente al panorama internacional?

Hay una discusión. En Estados Unidos se ha hecho, pero son presidenciales y a un número súper acotado de personas.

No es una amnistía con impunidad. Es, reconocer que es algo que ya no vemos como un delito, y no debemos tener a gente detenida por eso.

Pensar en priorizar un proceso de justicia social por encima de un proceso de justicia punitiva, donde los delitos no violentos puedan re-pensarse si requiere cárcel. Donde además, se puedan contemplar las figuras de reducción de penas en caso de que se comparta algo de información que contribuya a la construcción de la verdad histórica de lo que ha pasado en nuestro país en los últimos años.

Es una conversación sumamente compleja

¿Se ha concentrado la discusión en la CDMX? ¿Existe algún desfase del que debamos preocuparnos?

No necesariamente, hay de todo por todos lados. Aunque en la ciudad hay una postura un poco más liberal, en los estados (sobre todo los productores de amapola y marihuana) mucha de la gente tiene normalizada estas plantas. Y entiende que la producción ha existido sin la violencia de hoy, y sabe que no es los mismo producción que violencia.

Hay muchísimos colectivos de familiares de personas desaparecidas de varios estados. Son grupos que han sido afectados directamente por la violencia en  pronunciandose a favor de la regulación de las drogas.

La mayoría de las propuestas se dan como parte las estrategias de seguridad y salud, ¿se ha dicho lo suficiente sobre los derechos de las personas, en particular de los usuarios?

Creo que ahí están los derechos de las personas usuarias, simplemente no son las únicas cuyos derechos están siendo afectados. Más bien, lo que se ha logrado es, antes el movimiento estaba muy centrado en poner “en el ojo” el tema de los derechos de las personas usuarias, y hoy se ha podido ampliar.

Ahora se habla de las personas usuarias, de las personas que cultivan, de las personas que venden, y de las que no tienen nada que ver con las drogas y se están viendo afectadas.

Sí están los derechos ahí al centro, simplemente hay un marco más amplio.

¿Qué política de drogas necesita México? ¿es posible que la veamos cumplida en los próximos 6 años?

Yo creo que necesitamos una política de drogas enmarcada en una narrativa muy similar a la que está planteando Olga Sánchez Cordero de reconciliación y construcción de paz para México, donde la política fomente procesos de no repetición, reparación, y  justicia en caso de violaciones a los derechos.

Eso implica legalizar muchas más sustancias, más allá de la amapola y la marihuana, pero son buenos pasos. Que pienso que no veremos en los primeros tres años de este sexenio entrantes, pero ojalá veamos grandes avances en este sentido.

 

Primera parte