Alicudi es una isla donde no hay carreteras, ni boutiques, ni vendedores de cigarrillos, cajeros automáticos ni cualquier otra comodidad citadina. Solo miles de escalones de piedra  y una docena de burros incansables para llevar bolsas y algunas personas.

Sin embargo, esta aparentemente inocente isla tiene una historia psicoactiva. Hace más de cien años su población entera estuvo en un viaje psicoactivo durante dos años seguidos (y probablemente más). Y todo fue culpa del pan.

Las mujeres de la aldea preparaban el pan, el cual se echaba a perder y desarrolló el hongo conocido como ‘ergot’, del cual se obtiene el LSD. Fue así que el desayuno alucinógeno era servido todas las mañanas a los niños y esposos. Entonces todos los isleños se drogaron sin siquiera saberlo.

"¿Ves esa villa rosa de allí, con vista a la playa de guijarros?" dice la local Giulia Russo, propietaria del café Golden Noir, mientras señala con la cabeza un edificio con columnas blancas y una terraza con vista al mar rodeada de enormes piedras de molino antiguas. "Ese solía ser el viejo molino de la aldea donde las amas de casa locales hacían pan alucinógeno todas las mañanas. Nubes de polvo de grano de drogas psicodélicas sobrevivieron allí durante décadas".

Las alucinaciones incluían fantasmas, payasos y guijarros cayendo del cielo. También estaban las mujeres voladoras, apodadas "maiara", que significa "hechicera" en el dialecto eólico local.

Por la noche, estas brujas se miraban al espejo, se cubrían el cuerpo con un ungüento especial y volaban juntas a través del mar en juergas de compras hacia el Palermo de Sicilia y la parte continental de Calabria. Las brujas crueles se montan a horcajadas sobre la proa de los barcos de pesca para hacerlos hundir y lanzar hechizos de "mal de ojo" sobre los enemigos. Pero también tenían el poder de curar bebés de gusanos estomacales, dicen las historias.

Se reporta que las alucinaciones colectivas sucedieron entre 1903 y 1905, sin embargo el pan no dejó de producirse por completo hasta 1960. 

¿Cómo fue que los lugareños consumieron el pan en primer lugar?

Bueno, se presume que en la isla las primeras cosechas eran escasas y la comida era preciada, por lo que no se tiraba nada, incluso se comía pan podrido y pasta cubierta de moho.

Eventualmente Alicudi se convirtió en un punto de acceso para los ‘hippies’, quienes  escucharon las historias de los lugareños y encontraron una gran similitud entre ellas y los trips psicodélicos. “Para los isleños era normal, eran los turistas los que les hacían darse cuenta de que habían estado experimentando alucinaciones psicodélicas”, explicó Paolo Lorenzi, un antropólogo que pasó ocho meses en la isla en 2018. "Así que sus historias de hoy están influenciadas tanto por explicaciones científicas como por su propia perspectiva mágica".

Hoy en día existen murales callejeros de mujeres voladoras vestidas con largas túnicas negras. Los visitantes también pueden comprar varios souvenirs y camisetas  los visitantes pueden incluso comprar varios souvenirs y camisetas con la maiara, la ‘mascota no oficial’ de la isla,

UN MURO GRAFICADO EN LA ISLA ALUDE A LAS ALUCINACIONES

Sin embargo, el misterio no está del todo resuelto. La antropóloga Macrina Marilena Maffei, que se especializa en mitos y leyendas de las islas Eolias, entrevistó a ancianos locales en la década de 1990 y principios de la de 2000. Ella cree que el cornezuelo de centeno pudo haber sido común en algún momento en todo el archipiélago, y cree que la infestación podría remontarse a siglos.

Algunos todavía creen que las brujas y los fantasmas eran reales hasta el día de hoy.

Con información de:

thesouthafrican.com

edition.cnn.com

vice.com