CLAVADO EN LA TEXTURA
El 13 de febrero, durante su acostumbrada conferencia mañanera, el Presidente de la República habló contra la drogas ý sus usuarios. Retomando un discurso que no difiere en casi nada al de gobiernos anteriores.
Esto es lo que dijo:
"Va a haber una campaña que vamos a hacer entre todos los mexicanos, pero como nunca, para llamar a los jóvenes a no caer en la tentación de las drogas.
Porque el problema de inseguridad y de violencia lo podemos enfrentar si evitamos, entre otras cosas, que siga creciendo el consumo al interior del país.
Y eso podemos controlarlo porque en nuestro pais, por nuestra historia, por nuestra cultura, hay muchos valores. Todavía hay una gran reserva de valores, culturales, morales, espirituales, entonces vamos a hacer una campaña para que los jóvenes no consuman drogas.
Y vamos a hablar sobre este tema, todos los días vamos a hablar sobre este tema y lo riesgoso, lo peligroso, que son las drogas y las opciones que hay para que los jóvenes en vez de engancharse en actividades ilícitas puedan tener trabajo, puedan estudiar, puedan tener oportunidades. Hacer una campaña amplia, de todos.
Y voy a pedirle a los medios de información, no me voy a meter a cuestionar, porque hay hasta series de televisión que exaltan estos comportamientos que llaman de manera directa, sin intenciones, a que se sigan esas conductas. No me voy a meter en eso, pero si vamos a hacerle frente a todas estas desviaciones para bajar el consumo interno. Atendiendo más a los jóvenes, esto con lo que tiene que ver con la droga."
Antes que nada quiero señalar estar de acuerdo con las campañas de prevenciión del uso de drogas entre jóvenes, especialmente si van dirigidas a jóvenes menores de edad y consideran el consumo de drogas legales e ilegales. Sin embargo, la analogía del consumo con el pecado, y las arengas del tipo "todos los mexicanos" y "como nunca", remiten solo a buenas intenciones, dejan mucho que desear, pues no pasan de arremedar el clásico de las autoridades en materia de drogas cuando hablan de sus proyectos: "haremos lo mismo, pero con más ganas".
El discurso pierde fuerza cuando indica que al evitar el crecimiento del consumo podrán enfrentar el problema de inseguridad y de violencia; por un lado, porque el tamaño de los mercados no tiene correlación directa con la inseguridad ni la violencia, hay países donde el consumo es mayor pero cuya violencia es menor que en México; incluso el control monopólico de un mercado local puede ser más decisivo cuando se trata de disminuir la violencia. Y, por otro lado, porque al intentar evitar el crecimiento del consumo se pueden vulnerar los derechos de los usuarios de mariguana ya reconocidos por la Suprema Corte de Justicia de la Nación -la cual reconoce el consumo y el cultivo de mariguana para consumo personal como parte del derecho al libre desarrollo de la personalidad. En su lugar, deberían concentrarse en evitar el crecimiento del número de casos de abuso o dependencia al consumo.
El discurso gana confusión cuando habla de que podemos controlar el consumo, "por nuestra historia, por nuestra cultura"; y es que el consumo de drogas existe en distintas culturas indígenas desde ápocas precolombinas. Y a partir de la colonia, conforme se difundió la cultura occidental, se difundió el consumo de alcohol, origen de nuestro principal problema con las drogas: el alcoholismo. ¿Cuál será la cultura que ayude a evitar el crecimiento del consumo?
Hablar sobre el tema de drogas todos los días si que da emoción. Eso es lo que hacemos desde hace ya casi dos décadas, hablar sobre drogas, sus efectos, sus políticas y los efectos de sus políticas, pero más aún de los derechos y responsabilidades legales de sus usuarios. Justo por ello no podemos dejar de señalar la estigmatización que significa la idea de que consumir drogas implica engancharse en actividades ilícitas, si bien es cierto que la mayoría de usuarios compran en el mercado negro (la única opción es el autocultivo), esto no significa que ejerzan violencia o cometan un delito más allá que el de comprar un producto ilegal -como las películas piratas-, que no se consigue de forma legal. Aún si lo hiciese, si un consumidor de drogas cometiese un delito, debería de ser juzgado por su delito y no por su consumo.
Finalmente, desde La Dosis no fomentamos el consumo, sino el respeto a los derechos de los ciudadanos que consumimos drogas, que son los mismos de todos, entre éstos los derechos a la libertad de información, libertad de reunión y libertad de desarrollar nuestra personalidad, lo que incluye el consumo y cultivo de mariguana.
Clavado en la textura es la
columna de opinión del Dr. Cannabis