La ketamina fue sintetizada por primera vez en 1962, por Calvin Stevens en Parke & Davis Labs, cuando se buscaban nuevos anestésicos que provocará menos efectos adversos y tuvieran una mayor seguridad y eficacia para los pacientes. Tras la aprobación por la FDA en 1970, tuvo un primer auge farmacéutico al ser utilizada como anestésico general en soldados estadounidenses durante la guerra de Vietnam.

Inicialmente la ketamina se utilizaba por sus propiedades analgésicas, sedantes y anestésicas de corto plazo durante intervenciones quirúrgicas, ya que demostró tener la capacidad de tener menos riesgos a la salud que la fenciclidina, conocida también como PCP o polvo de ángel. Ambas sustancias pertenecen a la familia de anestésicos disociativos, teniendo propiedades farmacológicas, terapéuticas y toxicológicas similares; sin embargo, la ketamina sustituyó al PCP en el sector salud y en el ámbito recreativo.

El primer uso recreativo de la ketamina en la historia data en 1965, y fue realizado por el académico y farmacólogo Edward Domino. El investigador describe la sustancia como un potente psicodélico, la cual distorsiona la percepción visual y auditiva del usuario, además de producir un desapego del espacio en donde se encuentra. Este uso le permitió al profesor Domino, acuñar el término anestésicos disociativos, el cual es utilizado hasta la fecha para dar el nombre de la familia a la que pertenecen la ketamina, PCP y GHB.

En 1978, se publicaron los libros “The Scientist” de John Lilly y “Journeys Into the Bright World” de Marcia Moore y Howard Alltounian; con estos la popularidad de la ketamina aumentó hasta que en 1995 la DEA (Drug Enforcement Administration) la añadió a su “Lista de Drogas Emergentes”. Durante 1998, la ketamina fue asociada, junto con el GHB, como droga de violación y de fiesta; por lo tanto,  la DEA la fiscalizó, anexándola de emergencia como sustancia de Clase III, en agosto de 1999.

El uso recreativo de la Ketamina (o Keta, Special K, K, Vitamin K) aumentó hacia finales del siglo XX, especialmente en el contexto de raves y festivales. Sin embargo, su surgimiento como una droga de fiesta fue lento y se diferencía de otras drogas de diseño debido a sus propiedades, ya que a dosis medias se presenta dificultad para hablar o inmovilización.

Dosis y Efectos

Los efectos mencionados por Domino, durante su uso recreativo de la ketamina, han sido buscados desde que fueron descritos. Los efectos más deseados para espacios de recreación y entornos de fiesta son la estimulación, ligera distorsión de la percepción, inhibición y leve embriaguez.

Actualmente, la ketamina se utiliza en medicina alopática y veterinaria como anestésico disociativo, teniendo la característica de interrumpir la comunicación y señales que emite el sistema nervioso periférico hacia el central. Esto permite que la persona bajo los efectos de esta sustancia no pueda recibir los estímulos periféricos sin tener pérdida de la conciencia. En un estricto sentido médico es un anestésico que fue utilizado para operaciones generales, ortopédicas, ginecológicas, etc.

Esta sustancia psicoactiva tiene diferentes vías de administración, lo cual permite tener los efectos deseados en intensidad y duración diferente. La vía más segura, como con todas las demás drogas, es la vía oral. Su uso más frecuente en fiestas y vida nocturna es vía nasal (o esnifada); sin embargo, también se utiliza por vía intramuscular e intravenosa, vías riesgosas, para sentir los efectos en menor tiempo y con mayor potencia.

Una dosis baja por vía oral está en un intervalo entre 50mg y 100mg, una dosis media entre 100mg y 200mg y una dosis alta entre 250mg y 400mg; sintiendo los primeros efectos en 5 minutos aproximadamente. A partir de los 150mg o 175mg los efectos psicodélicos (distorsión de la percepción) inician entre los 15 durando hasta 60 minutos. Por otra parte, utilizando dosis altas por vía oral, los efectos de semi conciencia o K Hole (hoyo-K) pueden durar hasta 90 minutos.

El K Hole es el término utilizado para describir los efectos que produce la ketamina en dosis altas. Sus principales características son sentimiento de disociación y semiconciencia; es decir, la persona usuaria está despierta, sin embargo no tiene la capacidad de moverse y tiene una gran dificultad para hablar. La persona pierde la noción del tiempo y del espacio en donde se encuentra; dicho de otra manera, está ‘desconectado’ de su cuerpo, atravesando una experiencia introspectiva muy fuerte.

La vía más fácil para llegar a un K Hole es la inyectada. Sea intramuscular (IM) o venosa (IV), ya que se evita el proceso de absorción y metabolismo y la dosis llega directamente al sistema nervioso central. Una dosis IM entre 45-60 mg permite llegar a los efectos psicodélicos y con 130mg se puede llegar al K Hole en dos minutos con una duración aproximada de 45 minutos.

En fiestas, la vía nasal es muy utilizada, ya que con 10-15mg se percibe un efecto estimulante similar a la cocaína, y requiere de 5 a 10 minutos para sentirse. Por lo que, promueve una frecuencia de administración alta y esto puede aumentar los riesgos de su consumo o llegar a tener los efectos disociativos sin desearlos. Si se esnifa 150mg de ketamina se llega a un K Hole que puede durar de 30 a 45 minutos.  


Ketamina y adulteraciones

La Ketamina es un producto farmacéutico que en su presentación líquida cumple con los requisitos de seguridad y eficacia para ser distribuido y vendida en el mercado legal, las farmacias. Como ya se mencionó, es un medicamento psicotrópico controlado, por lo tanto sólo podrá ser vendido o dispensado si se tiene un receta médica; sin embargo, la seguridad del usuario de estar consumiendo la sustancia deseada sólo se da cuando se adquiere de esta manera.  

Por otra parte, si la sustancia se adquiere en el mercado ilegal, en la presentación de polvo blanco característico, se puede recibir una muestra adulterada con PCP, talco, lactosa u otros excipientes utilizados en el mercado farmacéutico. Los excipientes son utilizados para aumentar el volumen de la muestra y diluirla (dar menor cantidad de sustancia deseada, al mismo precio), pero el PCP es utilizado para aumentar los efectos disociativos y con esto aumenta los riesgos de su uso.

Cuando se tiene una pastilla de Ketamina se tienen los mismos riesgos mencionados en el párrafo anterior. La pastilla puede contener K, pero también puede tener adulterantes u otras sustancias estimulantes, como anfetamina o metanfetamina para aumentar el efecto estimulante, y nuevamente aumentar el riesgo de uso. Por lo anterior, hacer uso de un análisis de sustancias permitirá conocer la composición de la muestra y tomar las precauciones al momento de su uso.  

Reducción de Daños

La ketamina puede generar dependencias psicológicas y daños físicos con un uso frecuente. Un uso crónico puede desarrollar problemas en los riñones, en la memoria, dificultad para prestar atención y concentración. Relacionado a los daños orgánicos al momento de consumir pueden presentarse dolor de estómago, náuseas y vómito. Psicológicamente hablando, puede presentarse insomnio o ataques de pánico y ansiedad, además de desarrollar una tolerancia o dependencia a mediano plazo. Los cuales puede potencializarse cuando se mezclan con otras sustancias psicoactivas.

La mezcla de ketamina con otras sustancias es frecuente durante su uso, aunque no es recomendable es una realidad en festivales y fiestas. La cocaína es la droga con la que más se mezcla, debido a que se potencializa su efecto estimulante y es capaz de enmascarar, por un tiempo, los efectos disociativos. Lo mismo ocurre cuando se mezcla con metanfetamina, speed o mdma, sin embargo el riesgo de un efecto no deseado, como shock calórico, bruxismo o taquicardia, se intensifica con el uso de un estimulante anfetamínico.

Una de las estrategias de reducción de daños asociado al uso de la Ketamina es evitar las mezclas y el poliuso de sustancias psicoactivas. Si se bebe alcohol, los riesgos aumentan por el efecto depresor, y con esto, el riesgo de perder el conocimiento o tener una experiencia disociativa más fuerte o inesperada. La mezcla con cannabis y tabaco no tiene una interacción riesgosa. Psicológicamente se sentirá el deseo de fumar más tabaco, similar  a la sensación con los estimulantes; el efecto de la marihuana se pierde, los efectos disociativas o estimulantes lo desplazan.

Otra recomendación muy importante, alrededor del uso de la ketamina, es evitar su uso cuando se encuentra a solas. La compañía permite reaccionar eficientemente si se está experimentando un mal viaje o si se presenta un problema fisiológico. De igual forma, tomar una dosis baja cuando se usa por primera vez permite conocer cómo reacciona el cuerpo a esta sustancia, cómo se manifiestan los efectos y la duración de los mismos.

Así como utilizar dosis pequeñas o medias permite un reconocimiento personal en estados alterados o modificados de conciencia, la vía de administración también debe de considerarse siempre que se vaya a utilizar Ketamina. Si bien, la vía oral y esnifada son vías seguras que permiten identificar los efectos; la vía intramuscular o intravenosa tienen la característica de potencializar los efectos, pero también aumentan el riesgo de sufrir una sobredosis o un paro respiratorio.

Estar sentado, recostado o acostado durante los efectos más potentes de la Ketamina, así como experimentarlos en un lugar tranquilo y en compañía de personas cercanas o amigos promueve que la experiencia tenga una carga emocional placentera. La introspección que puede generar esta sustancia se ha utilizado en terapias para el tratamiento de adicciones. Sin embargo, estos efectos no han sido estudiados a fondo, pero tienen un gran potencial para ser una terapia alternativa.

La ketamina es una sustancia psicoactiva que tiene características muy particulares y poco investigadas en el contexto del uso recreativo. La investigación sobre esta sustancia debe de retomarse para ofrecer información confiable a las personas que deseen consumirla, así como a las que sólo busquen saber qué es. Informarte sobre los efectos, dosis y riesgos de una sustancia psicoactiva, así como conocer experiencias de personas que las han utilizado, permite tomar buenas decisiones sobre un uso y mitigar riesgos.