La regulación del cannabis trae consigo vertiginosos cambios para toda la comunidad de consumidores, extractores, cocineros, productores de parafernalia, pacientes y sus médicos, etc. Sin embargo, tal vez quienes han visto más trastocado su mundo son las comunidades de cultivadores, particularmente aquellos con décadas de tradición en una práctica que conocieron en la ilegalidad, pero que ahora resurge como el Santo Grial por la gran derrama económica que genera.
Particularmente, por la gran cantidad de operación con la que grandes compañías entraron al juego.
¿Cómo pueden los pequeños cultivadores adaptarse a este nuevo mundo? ¿pueden competir con la gran industria de grandes compañías?
En California, un cultivador puede que haya encontrado la respuesta. Su inspiración: el vino.
Swami Chaitanya cultiva marihuana en el condado de Mendocino. En un reporte del sitio PBS, se describe su transición desde el cultivo en la ilegal hasta el marco regulado. Por años ha sembrado marihuana en su granja remota. Al volverse legítimo sus costos de producción aumentaron por los impuestos y regulaciones.
Para manejar un producto competitivo, Swami recurrió una idea muy arraigada entre los productores de vino: el terroir o la denominación de origen. Esto quiere decir que las flores que él cultiva son especiales no sólo por la calidad en su proceso de cultivo, sino por la tierra en la que crecieron.
“Lo que necesitas es ser punta de lanza. No sólo tener calidad, sino que haya algo de tu estilo, algo de tu historia. Eso lo haces tu insignia y se vuelve tu ventaja”.
El diccionario Collins define al terroir como “la combinación de factores, incluyendo el suelo, clima y ambiente, que da al vino (y en este caso cannabis) su característica distintiva". En este sentido, Swami Chaitanya agrega que “la idea es que el suelo en el que crece una cosecha crea algo en ese producto que es único, y que si lo cultivas en cualquier otro lado, no será el mismo.”
Tomemos el caso del Champán. Es un vino espumoso que, para ser considerado champán debe seguir un método de elaboración específico y además haber sido producido en la región de Champaña, Francia.
Las granjas Alpenglow en el condado de Humboldt han cultivado su “variedad de la casa” por los últimos 15 años. Ellos aseguran que tanto el clima como el suelo forman parte de la “firma” en su producto.
Craig Johnson, dueño de la granja, agrega que “la América Industrial no está produciendo lo que nosotros producimos. Aquí no ves invernaderos, nosotros tenemos prácticas de cultivo regenerativas”.
Además, su esposa Melanie Johnson añade que “hay un gran resurgimiento por por las granjas familiares. La gente quiere experimentar y saber de dónde viene su comida, de dónde viene su medicina”.
Sin embargo, no todo está garantizado para estos pequeños productores. Swami Chaitanya cuenta que la última palabra es de “la diosa de la economía”. “Nuestra dedicación es hacer la mejor cannabis posible”.
Con información y fotos de:
https://www.pbs.org/newshour/show/can-craft-cannabis-compete-with-big-marijuana