David Ponce Patiño*

El pasado 29 de diciembre el gobierno colombiano aprobó una Nueva Reforma Tributaria, la cual ha generado un amplio debate en diferentes sectores del país, ya que aumenta el IVA del 16 al 19% y grava algunos productos de la Canasta Familiar con IVA, entre otras controvertidas decisiones.

Una de estas decisiones, es la inclusión de un Impuesto al Consumo de Cannabis, que se encuentra plasmado en los artículos 209 al 213 y que, al parecer, pasó sin muchos contratiempos los debates en el congreso. En ellos se puede leer cómo los productos con cannabis psicoactivo y no-psicoactivo quedan gravados con un Impuesto extra del 16%, aparte del IVA del 19%, lo que genera que el Consumo de Cannabis en Colombia tenga un impuesto total del 35%. Costo que deberá ser tributado por quien tenga la licencia de transformación, pero que al final será pagado por los consumidores.

Esta situación nos lleva a pensar por qué se pone impuesto adicional al Consumo de Cannabis. El Cannabis Medicinal, como su nombre lo dice, es el uso para curar o tratar enfermedades por medio de los derivados de la planta. Por lo que el gobierno piensa cobrarle un impuesto del 35% a personas enfermas de cáncer, sida, esclerosis múltiple, fibromialgia, alzhaimer, epilepsia, glaucoma, parkinson y otras enfermedades para las cuales se recomienda el uso de esta planta. Claramente en contradicción al Derecho a la Salud y a la Vida que debe garantizar el estado; más aún si recordamos que el Ministro de Salud, cuando se promulgó la ley 1787, dijo que la idea era ayudar a colombianos enfermos y generar trabajos dignos en el país, lo que hoy con este alto impuesto se ve lejano.

¿Acaso es justo que una familia que lleva años luchando contra el mal sistema de salud que impera en el país y que en el Cannabis encontró una posibilidad de alivio, hoy tenga que pagar un impuesto del 35% por sanar?

Hoy los pacientes que se acercan al Cannabis medicinal en el país lo hacen a través de productos que autocultivadores generan en sus casas o que ellos mismo preparan, sin embargo no todos pueden hacerlo y, por esto, con la reglamentación nueva esperaban poder acceder de mejor manera a sus tratamientos, pero parece que no podrá ser así para todos.

Tampoco se aclara para qué será usado este impuesto adicional, ni el porqué de un impuesto adicional, nunca se generó un debate abierto sobre este punto de la Reforma Tributaria, simplemente apareció en el texto final para sorpresa de quienes llevamos años trabajando este tema.

Esta situación nos cuestiona si las reglamentaciones que hoy se hacen sobre la marihuana se están pensando para remediar la catástrofe histórica que ha generado la prohibición de la planta o si es simplemente la manera de legalizar dineros y mercados que pertenecían anteriormente al narcotráfico pero sin pensar en los ciudadanos que hacen uso de ella. Pero además, el cobro de impuesto no es el único problema, sino los destinos que finalmente tienen estos dineros.

Y es que los niveles de corrupción en el país son altos y las noticias nos indican que los impuestos se utilizan para pagar nuevos carros, propiedades y lujos de políticos corruptos del país, situación que dificulta que los colombianos paguen impuestos, más no sólo en relación al Cannabis. Y en el caso de los productos del cannabis pareciera que el gobierno busca más llenar sus arcas, que facilitar el acceso a quienes lo necesitan.

* Psicólogo y Activista de la Comunidad Cannabica Colombiana

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