El DMT es una de las sustancias psicoactivas más potentes que existen. Quienes la consumen aseguran vivir experiencias que cambian sus vidas, por ejemplo: ser visitados por entes de otra dimensión, sentir que las fronteras entre tu persona y el universo desaparecen o que el paso del tiempo transcurra de forma anormal (un par de minutos pueden sentirse como una eternidad).
La forma más común de consumo es fumar en una pipa. Algunas personas colocan una pequeña capa de marihuana debajo para hacer la combustión más fácil. Otros, espolvorean la sustancia a lo largo de un porro.
Leer: Fumar DMT por primera vez: lo que necesitas saber
Pero tal vez ninguna de estas sea la forma más efectiva para aprovechar la también llamada “molécula de Dios”, pues el contacto con el calor tan directo puede degradar la composición del DMT.
La xanga puede ser una respuesta a ello. Básicamente consiste en un preparado de DeMenTe con algunas plantas de olor, las cuáles protegen en cierta medida los cristales de degradarse por la intensidad del calor.
Aún así, muchos aseguran que lo mejor es la vaporización.
Al igual que con el cannabis, la vaporización te permite un control de temperaturas más específico, y evitas que la sustancia entre en contacto directo con la fuente de calor. Por ello, muchos han fabricado cartuchos (similares a los del wax) pero con DMT. Y al igual que con el cannabis, se requiere de una sustancia diluyente, en este caso glycol (el cual también es utilizado para los concentrados de marihuana).
Este usuario de reddit recomienda 1 gramos de DMT por cada 4 ml del diluyente.
El riesgo de este método es que el consumidor desconoce el contenido real del cartucho, por lo que no hay forma de asegurar la calidad, pureza o si en verdad hay DMT dentro. Mientras que si obtenemos la sustancia en forma de polvo podemos observar el color y consistencia de los cristales para medianamente determinar la calidad.
Otra forma de vaporizar DMT que ya hemos explorado es el dabmetrio, la cuál básicamente consiste en usar un extracto de cannabis como wax (BHO) o rosin y espolvorear unos cuantos cristales del demetrio. De ahí su nombre: el dabmetrio.
Puedes leer más de ello aquí:
El dabmetrio: combinar wax con DMT
Sin embargo, tal vez no sea la forma de consumo más cómoda, pues no necesariamente todos los consumidores de DMT cuentan con la parafernalia indispensable para preparar un dab (como un soplete, por ejemplo).
Si este es el caso, una pipa para crack puede hacer el trabajo. Tal vez el control de temperatura no sea tan preciso, pero al menos evitarás que los cristales de DMT entren en contacto directo con la flama.
Por último, es importante que el usuario se siente cómodo con la forma de consumo para asegurar una buena experiencia y evitar mal-viajes