Por Eduardo Zafra

Llegamos a San Francisco sin contratiempos, un blunt de Og y Shatter en el estacionamiento del aeropuerto y nos enfilamos por el freeway 101 con rumbo al norte de California. De inmediato eran visibles los trimers de varias partes del mundo pidiendo raid, en busca de trabajar en el Triángulo Esmeralda, en busca del sueño green. Una hora después estacionamos la troca en Santa Rosa, puerta de entrada y lugar de greenhouses y variedades cannábicas endémicas.

De familia mexicana, Jorge fue la llave para conocer una parte de la cultura que prevalece en esta zona. Él lleva 15 años sembrando marihuana en su casa y con sus compas. Se metió de grower cuando a su hermano le robaron varias libras de weed en un negocio mal realizado. Inició desde abajo con los de arriba, con experimentados amantes de la cannabis. Comenzó regando plantas y abonando terreno para saldar la cuenta, entre sus manos y tijeras vió pasar libras y libras de marihuana. Conoció todas las etapas del proceso, desde germinar la semilla hasta colocar la yerba en el bong, aprendió de los mejores cultivadores y rápidamente saldó la cuenta y se independizó.

La primer genética que logró fue una cannalope haze que le dió muy buenos resultados. En el mes de marzo siembra los clones que compra en Organicann, de Natural Cannabis Company, el más grande dispensario de marihuana medicinal del norte de California con sedes en Santa Rosa, Oakland y Mendocino. Hace tiempo dejó de comprar semillas para evitar los riesgos de cuando se germinan. Este año cultivó tres variedades, OG Kush, Grape Ape y Yah Goo, las tres son híbridos, y son variedades que dan cantidad en la báscula, uno de los objetivos primordiales de los growers, además del olor, sabor y potencia. Jorge se ayuda con diversos fertilizantes en todo el proceso para levantar árboles de mariguana, incluso uno elaborado por la empresa monsanto que es esencial. Otros cultivadores sólo abonan una vez en las tres etapas importantes de la planta: el crecimiento, la floración y el sabor. A esta marihuana se le conoce como orgánica porque sólo requiere sol, agua y abonos naturales, como el humus. Incluso tuve la oportunidad de probar dos OG que fueron cultivadas de las dos maneras y la diferencia es clara, no se siente sabor de fertilizante y el humo es menos denso, lo que provoca que haya menos tos y más sabor. La mayoría de los growers de esta parte de California siembra en exterior para no pagar recibos de luz y producir más, aunque esto represente estar en la ilegalidad ya que las leyes del condado de Sonoma sólo deja que puedas crecer seis plantas de 1.20 metros y que no sean visibles a la calle.

Este año Jorge cultivó en dos lugares, en la casa de sus papás y en el cerro, fueron 25 plantas que le dejaron 10 libras de marihuana y 10 mil dólares en ganancia. En la etapa de trimming participa toda la familia, esto representa un dinero extra a las actividades cotidianas que cada uno realiza. Durante 15 días limpiaron weed en sus tiempos libres, cada que completan una libra va directamente a la caja fuerte donde la resguardan, ya que es en esta etapa del proceso cuando es más susceptible al robo, cuando la mota está lista para ser colocada en stock en cualquier estado de los Estados Unidos.

Este noviembre, todo el southwest de Santa Rosa huele a marihuana -cultivada y quemada, prácticamente en todas las casas hay un greenhouse donde levantan las plantas. Aquí se practica el autocultivo, a diferencia de Humboldt, Triniti o Mendocino, donde prevalece el control por parte de la maña y la delincuencia organizada, donde el uso de armas son visibles para proteger la granja de mil matas o más, trabajo para los trimers de todas partes del mundo que se darán cita anualmente en esta zona, aunque la realidad aquí es muy diferente a como lo retrata la revista vice, el mito de volverte millonario por trimear está muy alejado de la realidad. Las condiciones como se sobrevive muchas veces son inhumanas, se vive en casas de campaña entre el bosque y las inclemencias del clima; en los noticieros locales casi todas las semanas anuncian gente perdida en las montañas, personas que vienen en busca del american green y no regresan a casa, señales de celular que se perdieron entre la maleza del bosque y las ilusiones. Hay quien ha estado más de una vez y han creado una red confiable de trabajo en diversas granjas, y otros que intentarán colocarse en alguna por primera vez, internándose al bosque en busca de los mercaderes de la ilusión, por unos 300 dólares  a la semana y toda la mota que se puedan fumar.

Este año las variedades más solicitadas entre los growers por parte de los clientes siguen siendo todas las OG, el ramal haze,  o por nombres la Chem, Candyland y Sour Diesel. Entre los dispensarios medicinales la más vendida son la sabrosa Banana Strawberry, cruza de Banana Kush (OG) y Bubblegum, variedad aparecida en la Michigan Cup del 2015, por su delicioso sabor a tierra producto de nueve semanas en floración; y la genética de moda, la famosa Gorilla Glue #4, que ha sido estabilizada en los últimos años combinando sabor y potencia derivado de una súper cruza entre Sour Dubb, Chem’s Sister y Chocolate Diesel, híbrido de dominancia sativa cuya popularidad va más allá de la unión americana.

Una vez que toda la marihuana ha sido manicureada y embolsada en libras de 455 gramos, el siguiente paso en vender el producto, muchas veces no es fácil en esta época porque la oferta supera la demanda, se puede ver a mucha gente tratando de vender su producto que alcanza los 1200 dólares por libra cuando se trata de una buena genética bien realizada. Los clientes llegan de todo Estados Unidos, se puede ver en las placas de sus autos en los condados donde no es normal verlos, muchos de ellos tienen aspecto de cholos, han venido desde San Diego, Los Ángeles, Oakland, Sacramento, Chicago, e incluso desde Nueva York, donde la libra costará hasta 4000 mil dólares o más.

Epílogo

Una vez que ha sido aprobada en California la propuesta 64 que autoriza a los mayores de 21 años el uso recreativo y la plantación de weed a todos, el impacto a los pequeños productores será importante; porque, dicen ellos, será difícil competir con grandes monopolios como Bayer y Monsanto, que se han aliado y que podrían penetrar en el 2020, cuando sea legal hacerlo. La ley entrará en vigor el primero de enero del 2018, y habrá dos años de prueba para colocarse en el competido mundo del american green, de los grandes millonetas apostándole al cannabis sí, pero contra la cultura del grower.