Karina Malpica - @mindsurfing

El Trastorno de Estrés Postraumático (TEP) pueden llegar a sufrirlo quienes han experimentado vivencias extremas como abusos sexuales, maltratos físicos, haber estado en una guerra, o algún otro hecho traumático de proporciones similares en que se experimenten situaciones de profunda indefensión y terror.

Había sido muy difícil de curar, hasta ahora. Sin embargo, las cosas están a punto de cambiar, gracias a la psicoterapia unida al MDMA (éxtasis, Molly).

Los síntomas principales del TEP aparecen tiempo después del evento traumático. Se experimentan ataques súbitos de ira, pánico, miedo intenso o furia, así como una notable incapacidad para disfrutar la vida y las cosas que las personas sanas sí disfrutan. Precisamente esa  infelicidad casi constante les ocasiona pensamientos suicidas que son otro de los síntomas del TEP.

Veteranos de la guerra de Irak y mujeres sufrieron violaciones, gracias a la combinación de MDMA y apoyo terapéutico transpersonal, finalmente han podido curarse del trastorno. Esto es lo que han demostrado con rigor científico un psiquiatra y una psicoterapeuta. Alumnos ambos del Dr. Grof.

Stanislav Grof es uno de los fundadores de la Psicología Transpersonal. Se especializó en la investigación de las propiedades terapéuticas del LSD, desde que recibió muestras gratis de Sandoz hasta que lo prohibieron y escribió un libro al respecto que se llama “Psicoterapia con LSD”.

Grof prefirió no violar la ley y dejo de usarlo. Sin embargo, ha seguido aplicando su método, sólo que en lugar de LSD, usa ahora la hiperventilación. Él la llama “Respiración Holotrópica” y sirve para modificar los niveles de los neurotransmisores de manera similar a como lo hace el LSD.

El método transpersonal consiste en proporcionar la sustancia psiquedélica al paciente en un entorno donde hay dos terapeutas que simplemente propician  las condiciones adecuadas, dentro de un espacio seguro, para que el paciente pueda ver el origen de sus problemas mientras reposa en un sofá con los ojos cerrados, escuchando cierta secuencia de música elegida expresamente para modificar los estados de ánimo.

En algún punto de la terapia, se sugiere al cliente que vuelva a recordar las situaciones traumáticas, pero al revisarlas con el miedo temporalmente suspendido debido a la actuación de la droga en el set y setting adecuados, se pueden obtener comprensiones, insights o incluso experiencias espirituales que ayudan a sanar. Se cree que esto ocurre porque el MDMA activa ciertas zonas del cerebro que son las que contienen la memoria y de esta forma puede accederse con facilidad a ciertos recuerdos reprimidos cuya liberación es un proceso importante en el proceso de sanación.

Con ayuda de dos sesiones de MDMA, un veterano de guerra la guerra de Irak que fue diagnosticado con Trastorno de Estrés Postraumático, se curó completamente.

De esto trata Acid Test, el libro de Tom Shroder.* Este premiado periodista del Miami Herald, relata la vida de los esposos Mithoefer que son el psiquiatra y la terapeuta alumnos de Grof, de Nick que es el veterano de guerra, así como de Rick Doblin, fundador de MAPS (siglas de Asociación Multidiscipliaria para el Estudio de los Psiquedélicos).

Mediante donaciones privadas, MAPS financia  la investigación de sustancias prohibidas, como el MDMA. Rick Doblin reunió el dinero y el Dr. Mithoefer atravesó la burocrática odisea de obtener un permiso especial para llevar a cabo los experimentos que sirven para que una substancia obtenga la clasificación de uso médico comprobado en Estados Unidos.

Si todo continúa saliendo bien, es probable que en un futuro no muy lejano, mediante la intervención de psicoterapeutas calificados, el éxtasis podría ser facilitado a los pacientes diagnosticados con este trastorno, que en Estados Unidos son muchísimos y consumen gran parte del presupuesto nacional de salud de ese país.

Hay tres fases por las cuales debe pasar el estudio del MDMA para obtener la aprobación, la primera ya se logró, que consiste en demostrar que  no ocasiona daños neurológicos ni físicos graves o permanentes. La segunda fase es la de comprobar la utilidad terapéutica en experimentos estrictos con condiciones de doble ciego, o sea, donde ni el paciente ni el terapeuta saben si la cápsula que se le administra durante las dos sesiones de terapia contiene MDMA o azúcar.

En tan controladas condiciones se comprobó que el MDMA sí determinó el éxito de la psicoterapia, ya que con el placebo de azúcar, la sanación no se dio. El Trastorno sólo se curó al combinarse la psicoterapia bajo los efectos del MDMA. Sin embargo, el MDMA por sí solo, tampoco es suficiente para curar el TEP. Lo sanador es hacer la psicoterapia bajo los efectos del éxtasis.

Esa es la segunda condición que ya comprobó la extensa investigación financiada por MAPS para tratar a los veteranos de guerra y a personas que sufrieron abusos sexuales.

La tercera y última fase del proceso, podrá ocurrir cuando se consiga demostrar lo mismo en un mayor número de personas, para lo cual se requiere un financiamiento mayor que aún está en vías de conseguirse y que haya suficientes psicólogos y terapeutas preparados para administrarla.

La idea de escribir Acid Test es concientizar acerca de la necesidad de que los ciudadanos, el gobierno, las universidades, las organizaciones no gubernamentales, los encargados de la salud psíquica, los activistas, los psiconautas y las personas en general, apoyen esta investigación para que el MDMA termine de demostrar su utilidad médica.

* Tom Shoder: Acid test, LSD, Ecstasy, and the power to heal, Plume Book, New York, 2015.

Más información en: mind-surf.net/drogas/mdma.htm