Como otros años, el 15 de noviembre ha sido una oportunidad para promover el uso medicinal del cannabis y de políticas regulatorias que permitan el acceso a la cannabis de uso medicinal para la población que la requiera, sea a través del cultivo doméstico, dispensarios, farmacias o alguna otra.
En México, la conmemoración del día derivó en manifestaciones individuales y colectivas, principalmente en redes sociales, donde pacientes, médicos y sociedad civil, expresaron su desacuerdo respecto a la normativa en la materia vigente desde enero pasado. Nada desde las instituciones, aún y cuando este derecho se establece en la reciente Constitución de la Ciudad de México
Una de estas manifestaciones se realizó el domingo 14, cuando se transmitió una rueda de prensa desde La Juanita Coffeeshop, donde estuvieron presentes representantes de Una esperanza por Emily, organización civil de Torreón, Coahuila, y el doctor Rubén Pagaza, especialista en medicina cannábica y quien dirige el diplomado
En entrevista para La Dosis, el doctor Pagaza señaló que la normativa imposibilita el acceso legal a esta medicina, “la normativa no funciona, es totalmente inoperante. Si te dan permiso para tratamiento e investigación médica, pero dónde obtengo la sustancia. Aquí en México no está permitido. No hay forma de obtener la sustancia”, sentenció el galeno.
Respecto a cómo la normativa regula la labor médica, Pagaza cuestiona “¿yo cómo lo receto? Porque si mi paciente va a una farmacia y le dicen: “esto no existe” y le regresan la receta, el paciente me va a demandar, porque le estoy dando una receta de una sustancia que no existe en el mercado farmacéutico, entonces yo voy a tener problemas.”
Y agrega: “si yo quiero recetar la sustancia, tengo que ir a la Cofepris y pedir mi recetario”, pero lamenta “¿dónde lo va a comprar el paciente?, ¿dónde hay la farmacia que tenga autorizado la venta de ese CBD?”
Al respecto se le preguntó cómo es que los pacientes pueden obtener la medicina, ¿qué tienen que hacer? “Ir de nuevo a Cofepris, pedir un formato para la importación del producto y esperar a que le den el visto bueno… Ya con la receta te puedes contactar con el vendedor, pero el problema es que se tiene que contar con un agente aduanal, que cobra $5,000 pesos, mínimo, para poder pasar el producto, más los $2,000 que cuesta el producto extranjero, son $7,000 pesos. ¿Quién los va a pagar? Nadie. ¿Qué prefieren? Comprarlo ilegalmente, donde se pueda conseguir.”
Finalmente, se cuestionó a Pagaza respecto a la capacitación del gremio médico sobre las posibilidades de uso medicinal de los derivados de cannabis: “hay capacitaciones que dan algunas organizaciones civiles, incluso ya hasta el Tec de Monterrey y Lasalle están dando unos cursos,pero no tienen un buen sustento; si son buenos cursos, pero no te dan el grado para poder recetar. No tienen siquiera un reconocimiento, más que por su propia institución.”
Y compara con su curso, “a nosotros la SEP [Secretaría de Educación Pública] nos autoriza dar clases de esto. Ya tenemos un organismo reconocido que esta reconociendo, a su vez, que se pueden dar esos cursos para tener personal capacitado… Cuando empiece a haber algo ya aquí en México, te van a pedir un documento emitido por una autoridad mexicana, una universidad o una institución oficial, si no no puedes ejercer.
Hemos realizado tres diplomados con más de 250 alumnos egresados, unos 200 son médicos, y muchos ya están dando la medicina cannabica, con todas la reservas que hay ya están tratando pacientes.
El mes de febrero próximo inicia la cuarta generación.
Puede encontrar más información en Amedcann (Academia de medicina cannábica) o al wsp 55 3915 3340.