El crack es una de las sustancias que más estigmatiza a las personas que lo usan (fuman); es una sustancia psicoactiva que sufre una carga moral tan fuerte como la heroína o los inhalantes, y últimamente, el krokodile. Tiene una forma de mirarse tan diferente a la cocaína; como si no fueran casi el mismo compuesto molecular o su procedencia no fuera la misma, el arbusto de coca. Y su diferencia es similar en todo el mundo, la cocaína es usada en los clubs más caros y elegantes de las ciudades más importantes del mundo, mientras que el crack (piedra, dura, etc.) es usado en las zonas más marginadas de las mismas.
El arbusto de coca es una planta sagrada que ha sido cultivada durante miles de años en sudamérica, y que ha sido utilizada de forma terapéutica y ceremonial. Con el paso de los años, su uso se ha diversificado, actualmente uno de los principales usos de la planta es la extracción de sus alcaloides para la producción masiva de clorhidrato de cocaína. Esta producción de cocaína para consumo recreativo, que anualmente deja miles de millones de dólares regados por el mundo, también es origen de la producción de pasta base y del crack.
La mayoría de las personas no saben realmente lo que es el crack, una parte de la estigmatización inicia en ese desconocimiento; el crack es una sustancia básica, químicamente presenta un pH mayor a 7.0, tiene un sabor agrio y posee la propiedad de generar oxidaciones y reducciones en metales. Esta sustancia se obtiene de regresar la cocaína polvo (que es un compuesto ácido) a ser un alcaloide, esto a través de reacciones químicas básicas. Esto modifica algunas características físicas, como su punto de fusión, por el cual la piedra se fuma para producir los efectos estimulantes.
Durante la producción de cocaína, existe un paso en el que se produce una pasta base que es conocida como basuco; el basuco no es cocaína en polvo, ni es crack, es un derivado de los alcaloides que puede fumarse y también produce efectos estimulantes. Sin embargo, posee una gran cantidad de residuos del proceso de extracción y producción de la cocaína en polvo, por lo que es muy barato y puede ser mucho más tóxico que las otras dos sustancias. Puede ser confundido con el crack por su aspecto.
Efectos
El crack es una sustancia psicoactiva de la familia de los estimulantes, no es un derivado anfetamínico como el MDMA o la metanfetamina, sino un derivado de los alcaloides de la planta de coca. Tiene efectos estimulantes similares, pero más fuertes que los que se sienten al usar cocaína; es un potente vasodilatador, además la temperatura corporal y la presión arterial aumentan más. A los pocos segundos de la primera administración de esta sustancia se siente una taquicardia moderada, pero que para algunas personas puede ser riesgosa.
No se recomienda que personas que padecen de problemas cardiovasculares utilicen alguna sustancia psicoactiva estimulante, en particular el crack puede producir severos problemas a estas personas por la intensidad de efectos que recaen en el sistema cardiovascular. El aumento de la temperatura y la vasodilatación producen un rush que llega a ser placentero, acompañado con una sudoración en manos y extremidades, además de una dilatación de las pupilas y enrojecimiento de la cara.
La dosis efectiva para esta sustancia es entre 75 a 100 mg de sólido. Esta dosis puede ser fumada en pipa de vidrio o en otra parafernalia. La piedra se derretirá, sublimando un vapor el cual se ingiere; desde la primera administración se empezarán a sentir los efectos a los pocos segundos teniendo un clímax a los 5 minutos posteriores. Los efectos fuertes de estimulación y euforia durarán 15 minutos más; una vez que disminuyen, una baja estimulación puede durar una o dos horas más. Después de este tiempo, los efectos desaparecerán por completo y pueden aparecer los efectos no deseados.
Todos estos efectos físicos son producidos por la rápida estimulación en el sistema nervioso central, principalmente por la liberación de dopamina, aunque también hay secreción de otros neurotransmisores como noradrenalina y adrenalina. Otros de los efectos más notorios que tiene una persona al usar crack en los primeros segundos es el incremento de energía, euforia y excitación; todos estos producidos por la liberación de los neurotransmisores anteriormente mencionados.
Los efectos psicológicos que produce esta sustancia psicoactiva pueden ser contradictorios; ya que dentro de los primeros minutos del consumo se tiene una sensación de felicidad, bienestar y empatía. Desaparece el hambre y el sueño durante varias horas (dependiendo de la persona y su condición física estos efectos pueden durar entre 2 hasta 6 horas). Sin embargo, cuando el efecto ha desaparecido, surgen efectos no deseados como ansiedad, irritabilidad y malestar en general.
La combinación entre los agradables efectos positivos y a los desagradables efectos no deseados hacen que esta sustancia sea muy complicada de controlar su administración y sea fácil de tener una sobredosis de ella. Ya que al administrar varias dosis se tendrán los efectos deseado, sin que estos duren mayor tiempo y, por otra parte, los efectos negativos seguirán apareciendo y desapareciendo con las dosis. Sin embargo, los efectos negativos permanecerán durante más tiempo, y posiblemente cada vez sean más fuertes.
Un uso prolongado de esta sustancia puede provocar efectos no deseados más fuertes y que se conviertan en un problema serio para la persona usuaria. Comportamientos psicóticos, paranoicos y violentos pueden ser el resultado de un uso a largo plazo, que pueden ser evitados al dar espacios de no uso para que el nivel de neurotransmisores en sistema nervioso central regrese al basal. Esto no sólo ocurre con el crack por un uso prolongado, puede ocurrir con cualquier sustancia, MDMA, LSD, metanfetamina e incluso la marihuana.
La estigmatización del crack es en gran medida porque personas en situación de calle o vulnerabilidad lo utilizan, ya que mitiga el hambre y el sueño, da energía durante los pocos minutos que dura su efecto, pero deja una estela que puede durar varias horas y permite tener un estado de alerta en el cual se puede interactuar con otras personas. Por lo tanto, es una sustancia que permite a una persona en situación de calle convivir en su entorno, no sentirse vulnerable y resolver de diferentes maneras sus necesidades básicas que no están cubiertas.
Así como el de metanfetamina, el uso de crack han sido estigmatizado con fotografías que ha publicado la Agencia para el Control de Drogas en Estados Unidos, donde personas (después de un supuesto largo periodo de tiempo de uso) tienen dientes rotos, con caries o amarillos, acné y escaras en la piel, además de una pérdida de peso importante; el crack ha sido estigmatizado por la discriminación hacia una población vulnerable, más allá de los problemas físicos o mentales en las personas usuarias.
Lo anterior no omite que el crack es una sustancia altamente adictiva y que puede provocar graves problemas físicos, mentales y sociales en personas que la consumen; el sistema cardiovascular es el principal afectado, seguido por el sistema nervioso central. Pero la idea principal es la siguiente: cada sustancia psicoactiva sufre una connotación que no es definida, necesariamente, por los efectos positivos o negativos que produce, la mayoría de las veces es caracterizada por las personas usuarias.