A inicios de junio la Corte Constitucional de Colombia canceló dos artículos del código de policía que prohíben el consumo en espacios públicos y facultan a la policía a multar a los usuarios que consuman en espacios públicos, así como a incautar y destruir las dosis personales de drogas que portasen.
Esto reabrió el debate sobre el uso de drogas en espacios públicos. Y es que, en Colombia, la dosis personal de droga fue despenalizada en 1994, y contempla la portación de hasta 20 gramos de mariguana y 1 gramo de cocaína. Aunque puede ser mayor si quien la porta padece dependencia, según otro fallo de la corte de 2016.
Sin embargo, con el cambio de gobierno, en 2018, el Presidente Iván Duque emitió un decreto que reformaba el código de policía para poder incautar y destruir las dosis personales de drogas, así como a multar a quienes consuman en espacios públicos. Este decreto generó miles de multas e incautaciones y decenas de movilizaciones activistas a nivel nacional.
El nuevo código fue impugnado por dos jóvenes de Medellín, Alejandro Matta Herrera y Daniel Porras Lemus, quienes se opusieron a aceptar que el consumo de alcohol y/o drogas afecta "la tranquilidad y relaciones respetuosas de las personas" y que sea contrario al "cuidado e integridad del espacio público". En entrevista para El Espectador, Matta explicó que “cuando presentamos la demanda sí teníamos un propósito claro: expandir la sentencia (de 1994). Si bien es cierto que hay unas virtudes en la sentencia del magistrado Carlos Gaviria, yo sí creo que era un poco tibia: no se puede permitir el consumo de la dosis personal sin poder hacerlo en el espacio público porque sería una manifestación de que las preferencias personales son bienvenidas, siempre y cuando se hagan en el espacio privado.”
La Corte les dio la razón a los demandantes por una votación de 6 a 1. Diana Fajardo, magistrada de la corte, explicó a los medios que “el legislador viola el derecho al libre desarrollo de la personalidad al prohibir de forma general so pena de medidas de policía el consumo de bebidas alcohólicas y psicoactivas en espacio público, lugares abiertos al público o que siendo privados trasciendan a lo público como forma de proteger la tranquilidad y las relaciones respetuosas”.
Ante el fallo judicial, el Mandatario Duque aseguró que acata y respeta los fallos de la Corte, pero unos días después en la escuela de policía señaló que se mantendrán las incautaciones de dosis personales ya que éstas se fundan en varios artículos del código de policía y no solo en los dos que fueron cancelados: “Sobre todo en virtud de un principio constitucional contemplado en el artículo 44 según el cual, los derechos de los niños están por encima de los derechos de todos los ciudadanos”, precisó el mandatario.
Por su parte, diversos colectivos de activistas colombianos han convocado a celebrar lo dictaminado por la Corte en distintas ciudades del país, tando con fumatones como con actividades informativas, a la vez que para exigir que les sea devuelto el pago de las multas impuestas de forma contraria a sus derechos. Ya veremos cómo continúa el debate y la aplicación de la ley en lo que tiene que ver con este asunto…
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Esta discusión resulta de gran interés para los usuarios de mariguana en México, donde la regulación de la mariguana que se votará en octubre -según distintos legisladores-, propone legislar sobre este punto. La iniciativa presentada por Sánchez Cordero, en su artículo 38, señala que: “Queda permitido fumar cannabis en espacios públicos, a excepción de los espacios 100% libres de humo de tabaco”. Esto es, se permitiría consumir mariguana en los espacios públicos del mismo modo al votado por la Corte colombiana.
Sin duda, esto sería un gran avance para el ejercicio de los derechos de los usuarios de mariguana; sin embargo no hay que olvidar que, al igual que en Colombia, en México también hay voces conservadoras que intentan limitar el ejercicio de nuestros derechos; muchas de ellas argumentan los derechos de terceros, especialmente de los niños. Por lo mismo, al tiempo que defender el derecho a consumir mariguana en el espacio público sin ser extorsionado por ello, habrá que construir y apoyar alternativas de política pública que no omitan el derecho de los infantes a espacios 100% libres de humo y el respeto a quienes no desean consumir.
Sobre esto habrá que reflexionar, qué propuestas se pueden hacer que consideren los derechos de todos, pero sin menoscabo del derecho de ninguno. Esto lo hemos discutido en distintos foros y reuniones del movimiento cannábico, y lo continuaremos haciendo en las Jornadas Cultivando Libertad que realizamos cada mes en la Biblioteca Cannábica del Centro Cultural La Pirámide, la próxima el viernes 21. Si usted tiene ideas pero no puede asistir, también las puede compartir en el chat de la Biblioteca.
Los espacios públicos de consumo tolerado son una opción, parques o plazas donde puedan congregarse los usuarios, e inhibir así su dispersión; después de todo, la reunión para el consumo es parte de la convivencia de la comunidad pacheca. Espacios donde la convivencia pacheca sea posible, sin estigmas ni criminalización, y donde la persecución policíaca de paso a la cultura, la música y más artes. Después de todo, antes que ilícita o adictiva, la mariguana es cultura.
Clavado en la textura
Columna de opinión del
@Dr_Cannabis