Pocos creerían que consumir marihuana puede llevarnos a mejorar nuestros hábitos alimenticios, pero hoy les traemos un ejemplo de cómo puede pasar: comiendo frutas, en particular mango.
El mango contiene un terpeno llamado myrceno, el cual produce el característico olor de la fruta. También es producido por algunas sub-especias de cannabis.
Esta molécula tiene la capacidad de hacer que las membranas de las células sean más permeables. En Brasil se ha explorado su potencial en tratamientos para el dolor, antiinflamatorios, transtornos del sueño, e incluso diabetes.
Para los pachecos, sucede que la molecula del mango se adhiere a los cannabinoides, llevándolos "más profundo y más rápido" hacia el interior de la célula.
Así es como los efectos son más potentes y más duraderos. Se recomienda comer mango 45 minutos antes del consumo de cannabis.
Cabe mencionar que nos referimis a la fruta fresca. Para los alimentos procesados el efecto podría no ser el deseado.