La pasada luna de sangre mujeres de diferentes lugares nos reunimos en León, Guanajuato, para celebrar la primera luna del año. Nos conectamos con la energía para pedir por nuestras cosechas, cultivos y huertos, y para compartir pláticas y talleres que nos enriquecieron entre mujeres. Y es que uno de los objetivos del proyecto Cihuacannabis, además de unificarnos como mujeres, es ayudarnos en todos los aspectos, físico, mental y espiritual, para lograr una salud integral, así como fomentar el buen vivir y los beneficios que ofrece la mariguana.

La reunión duró todo el fin de semana. Comenzamos con la siembra del Tlalmanalli, una ofrenda a nuestra amada Tonantzin Tlalli Coatlicue, “Madre Tierra”, en la que compartimos semillas, flores, frutas y cogollos a las cuatro direcciones.

Continuamos con el taller de “Rolado de porro”, impartido por Nan Antunez, en el que nos enseñaron desde conocer las partes de la planta y manicurar en vivo la planta fresca, hasta rolar conos con y sin filtro.

Después presentamos el bastón del Temazcal cannábico, que será el rezo oficial por la lucha del reconocimiento y dignificación de la mariguana como planta de poder, así como de su aplicación y fusión con prácticas tradicionales mexicanas. El bastón se pretende llevar a todo los lugares donde se pueda agregarle otro hilo, ¡lo cubrimos con hilos de cáñamo de colores para ir tejiendo relaciones!

En todo momento hubo una mesita con flores, pipas, vaporizador, moledor y lo necesario para estar en energía cannábica. Es muy bonito ver cómo rinde la medicina cuando todas comparten en orden.

Continuamos con la clase de baile con Gracia Paz, bailarina profesional quien puso a los asistentes a moverse, además de poner a trabajar el cerebro con la energía cannabica. Fue muy divertido aprender una pequeña coreografía en una hora.

Después elaboramos ‘Ojos de Dios’, protecciones de nuestros abuelos Wirrárika hechas con estambres de colores. Mientras tejíamos y escuchábamos música, todas nos conocimos más. Quedamos muy contentas con nuestras obras de arte.

Ya entrada la noche, y bajo el reflejo de la luna, continuamos con el taller ‘Yo soy mujer’, impartido por nuestra compañera de Temazcal cannábico, Yazz Flores; en el que se nos habló de la responsabilidad que tenemos como mujeres y de lo bonito que es la medicina. Ella es danzante de Luna y tiene una entrega de channuppa, rezo con el que se pide a través del humo sagrado. Acompañadas con el humo del copal y de cantos sagrados, todas fumamos la pipa sagrada. Fue una gran experiencia.

Ya armonizadas, continuamos con el taller 'Alineación de chakras y puntos energéticos', de Edith Aranzazu, quien nos acostó en petates y nos equilibró con cuarzos, aromaterapia, cuencos y cantos.

Cerramos la jornada con una rica cena con pizza, convivencia cannábica y un sueño reparador.

Por la mañana, al salir el sol, despertamos con energía y nos dividimos entre la cocina, la construcción del temazcal con varas de carrizo y la recolección de leña para el encendido del fuego. El trabajo en equipo es muy bonito, terminamos pronto, desayunamos y pasamos al salón de clases.

Nan Antunez, de Cannabito México, nos compartió el taller 'Reducción de daños en el consumo de mariguana', el cual fue acompañado con una cata de flores de la cosecha de nuestro hermano de Temazcal cannábico, Antonio Ruíz.

Yo me concentré en el fuego, alistando la ceremonia del temazcal, calentando a las abuelitas “piedras de temazcal” y poniéndole la falda al “inipi”. Al mismo tiempo, el resto de las chicas continuaron con el taller de Hula weed, de Estefanía Cázares, al ritmo de música y muchos aros.

Antes de entrar al temazcal todas nos colocamos arcilla terapéutica sobre la piel. Nos apoyamos para untarnos la arcilla y convivir como verdaderas hermanas. Éramos una familia.

El temazcal estuvo calientito, lo disfrutamos mucho porque entre todas lo construímos y lo hicimos posible. Eso nos unificó. Cantamos mucho y salimos purificadas. Para la reducción de daños en el consumo de mariguana, fomentamos el .temazcal que ayuda a limpiar los pulmones, la sangre y la piel. El temazcal nos dio mucho bienestar, al salir todas se veían muy guapas y relucientes.

Cerramos el encuentro con una meditación de cuencos guíada por nuestra compañera Nayeli de Maitreya holístico, quien, además de ser nuestra anfitriona en el lugar, nos regaló un cierre perfecto y armónico. Acostadas en el piso, pasamos el “porro” mientras la aromaterapia relajaba el cuerpo y la meditación, guiada por el ritmo de los sonidos, nos ofrecía una experiencia increíble y muy sanadora, la cual nos dejó con mucha energía y ganas de una próxima reunión.

El encuentro fue de cooperación voluntaria. A la entrada regalamos información impresa, un Manual de cultivo y el periódico La Dosis, que fue parte de nuestros patrocinadores. Las asistentes trajeron comida y postres, así que probamos monchis diferentes y muy ricos. De nuestra parte ofrendamos pulque, aguamiel y frutos, lo que armonizó aún más el evento.

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Cihuacannabis es un proyecto conformado por mujeres representantes del medio cannábico en México, y que juntas creamos esta ola de arte, tradición y dignificación de la mariguana. Pretendemos realizar 3 encuentros más este año, para reunir a más mujeres y seguir tejiendo ese telar de cáñamo en México y, ¿por qué no?, en el mundo.

Con mucho amor seguiremos luchando por esa bella planta: Mariguana, medicina de mi corazón.

Nayret Manik.

Temazcal cannábico y Cihuacannabis.