En un país marcado por décadas de políticas prohibicionistas y desinformación sobre sustancias psicoactivas, surge CE-LIBRE, una organización que promueve la reducción de riesgos y daños. Aunque su creación fue hace menos de un año, ya se ha abierto paso al reconocimiento, destacando por su enfoque en evidencia científica, educación y autocuidado, desafiando el modelo sancionador que ha predominado en México.
En entrevista para este medio, su director, Aldo Contró, compartió los orígenes, principios y líneas de acción que guían a este colectivo en crecimiento. “Somos una asociación joven, pero con objetivos muy claros. Promovemos el derecho de las personas a decidir sobre su cuerpo y mente, brindándoles herramientas para hacerlo de manera informada”, explicó.
Información responsable para decisiones conscientes
La principal estrategia de CE-LIBRE es tan simple como poderosa: brindar información basada en evidencia científica a quienes consumen sustancias, ya sean legales o ilegales. Esta apuesta, que se aleja del discurso de criminalización y miedo, se centra en el autocuidado como derecho y práctica cotidiana.
“Nuestra herramienta principal es la información. Queremos que las personas usuarias puedan tomar decisiones más seguras, sabiendo exactamente qué consumen, cómo hacerlo con menos riesgo, y qué consecuencias existen”, aseguró Contró. El enfoque de CE-LIBRE no es curar, castigar ni prevenir forzadamente, sino acompañar, informar y reducir daños reales.
Actualmente, la organización ha impulsado foros presenciales y virtuales, como el REDUFEST, además de publicaciones digitales y materiales educativos. “Empezamos con ejercicios de difusión. Hoy estamos en proceso de fortalecer también la parte de investigación, pero siempre desde una lógica de incidencia, de transformación social”, agregó.
Un enfoque integral y sin prejuicios
Uno de los pilares del trabajo de CE-LIBRE es la inclusión de distintas fuentes de conocimiento: no solo la ciencia médica o académica, sino también la experiencia vivencial de las personas usuarias. En sus actividades participan investigadores sociales, expertos en salud, y sobre todo, quienes tienen una relación directa con el consumo.
“Nos interesa la evidencia técnica y científica, pero también la empírica. Escuchar a las personas que consumen, valorar sus experiencias, es parte de construir una política más humana”, señaló Contró.
Este enfoque les ha permitido llegar a públicos diversos. Aunque no hay una única población objetivo, CE-LIBRE reconoce que los usuarios de sustancias están presentes en todos los grupos sociales y edades, desde adolescentes hasta adultos mayores, mujeres, hombres, personas con distintos niveles socioeconómicos.
“El consumo existe en todos lados. La idea de que solo ciertos perfiles usan drogas es falsa. Por eso, nuestras acciones no están dirigidas a un grupo cerrado, sino a cualquier persona que practique el consumo de sustancias y desee hacerlo con menor riesgo”, añadió.
Reducción de daños: un principio en disputa
El enfoque de reducción de daños, aunque respaldado por organismos internacionales y múltiples experiencias en salud pública, sigue siendo poco comprendido y, a menudo, mal visto en México. Para CE-LIBRE, este es uno de los principales desafíos: romper con estigmas históricos e ideológicos que impiden ver el consumo como una práctica humana, diversa y legítima.
“El obstáculo más fuerte que enfrentamos no es técnico, es cultural. A la gente le parece natural que se castigue a quien consume, pero se escandalizaría si el Estado intentara decidir qué deporte practicamos o qué ideas políticas tenemos. Con las drogas, el control sigue siendo socialmente aceptado, aunque vaya en contra de los derechos humanos”, reflexionó Contró.
Por ello, CE-LIBRE busca incidir no sólo en políticas públicas, sino también en el imaginario colectivo, resignificando el consumo desde la libertad, el cuidado y el respeto a la autonomía personal.
Visibilidad creciente, a pesar de la adversidad
A pesar de haber sido fundada hace menos de un año, CE-LIBRE ha logrado posicionar su mensaje en espacios de amplio alcance. En su canal de YouTube, cuentan con una miniserie de dos documentales cortos, cada uno con más de 100 mil reproducciones, una cifra relevante para una organización de reciente creación.
“Nos ha sorprendido el alcance que hemos logrado. Nuestro mensaje está llegando y eso nos confirma que hay un interés real por hablar del tema desde otro lugar, sin miedo ni prejuicio”, comentó el director.
Esa visibilidad también ha permitido que otras organizaciones e instituciones se acerquen a CE-LIBRE para colaborar en eventos, foros o iniciativas comunes, consolidando una red creciente de trabajo colectivo.
Nuevas trincheras: vapeadores, cannabis y política pública
Más allá de la información y la educación, CE-LIBRE también observa con atención las discusiones legislativas y sociales que rodean las políticas de sustancias en México. Dos temas ocupan hoy su agenda: la prohibición de vapeadores y el incumplimiento del mandato constitucional sobre el autocultivo de cannabis.
Respecto al primero, Contró advierte que la prohibición de productos relacionados con la nicotina representa una regresión para el enfoque de reducción de daños: “Es absurdo que se castigue el uso de tecnologías que disminuyen el riesgo, mientras se mantiene legal el tabaco combustible, que es mucho más dañino”.
Sobre el segundo tema, el director de CE-LIBRE fue enfático: el Estado mexicano está violando derechos constitucionales al no regular el autocultivo como lo ordenó la Suprema Corte en 2019. “Desde entonces, se mantiene una violación diaria, constante y flagrante a los derechos de los usuarios de cannabis. Esto no es opcional, es una obligación legal que no se está cumpliendo”, denunció.
Dos demandas urgentes
Desde su experiencia como organización, CE-LIBRE plantea dos transformaciones clave para la política de drogas en México: uno, regular el autocultivo de cannabis en cumplimiento con el mandato constitucional y en reconocimiento del derecho al uso personal; y dos, eliminar la persecución penal por posesión simple de sustancias, siempre que no exista intención de venta ni se genere daño a terceros.
“La persecución coercitiva por posesión sin lucro es una forma de violencia institucional. Debe terminar. Es el núcleo de una política más respetuosa, más justa y más efectiva”, afirmó Contró.
Un mensaje final: el cuerpo y la mente como territorio libre
Para cerrar, el director de CE-LIBRE dejó un mensaje claro: el consumo de sustancias no puede seguir tratándose como un delito o una patología. “Es una práctica personal, parte del proyecto de vida de cada quien. No hay razones éticas ni científicas para prohibirla. Lo que hace falta es información, respeto y libertad”.
Desde CE-LIBRE, seguirán trabajando para que ese mensaje llegue cada vez más lejos, y para que el derecho al autocuidado sea reconocido, protegido y ejercido en plenitud.
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