En los últimos años, Israel se ha puesto a la vanguardia del cannabis medicinal; con su sistema establecido atiende a pacientes desde un enfoque saludable a la investigación y con una legislación basada en la evidencia.
El sistema de suministro de cannabis medicinal israelí es único, y se compone de ocho productores habilitados por el gobierno que sirven a cerca de 23 mil pacientes. Los pacientes reciben una licencia de la Unidad de Marihuana Médica del Ministerio de Salud, que les permite una cantidad específica de cannabis medicinal por mes, en forma de flores, aceites, tinturas o cápsulas; a los pacientes se les cobra una tarifa de equivalencia a 100 dólares, independiente de la cantidad entregada a cada paciente que puede variar entre 10 gramos a 100 gramos por mes.
Hay dos dispensarios en Tel Aviv, uno que es gestionado por el productor autorizado, Tikun Olam, y otro dispensario central que está en un hospital psiquiátrico (un hecho que algunos pacientes no están del todo cómodos). Un tercer dispensario se encuentra en el Hospital Hadassah de Jerusalén y es operado por la Universidad Hebrea. Los pacientes que no pueden o no están dispuestos a recoger su receta en persona suelen optar por la entrega a domicilio.
Productores autorizados por el gobierno israelí, cuentan que sus pacientes están cada vez más sano y felices, y es que atienden a personas de todas las edades y algunos se especializan en el área de pediatría. Paciente y productores abogan por que las leyes israelíes continúen de la forma en que se desarrollan, pero les gustaría agregar a la ley la posibilidad de coffee shops y clubes sociales.
Con información de: Dope Magazine