Finaliza 2016, un año lleno de novedades en el ámbito cannábico que sin duda dejaron huella en la cultura y la sociedad de nuestro país. Tras doce meses llenos de actividades relacionadas con el cannabis, se puede decir que México ya no será el mismo.

Inició el año con los foros convocados por el gobierno mexicano para la regulación del cannabis. Con una amplia convocatoria, en los cinco foros realizados en diversas ciudades de la república, se escucharon las posiciones más diversas para intentar encontrar una manera de integrar el cannabis en la vida del país. Supuestamente con esas conclusiones se elaboraría una propuesta de ley que regulara el cannabis a nivel nacional.

Por su parte, el histórico fallo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, aún fresco, ocasionó un fuerte debate en diversos espacios, pues ponían en jaque al poder Legislativo al obligarlo a legislar sobre los derechos inherentes a todas las personas, con lo que muchas personalidades salieron del clóset cannábico, entre ellas Lucía Méndez, la diva de hace algunas décadas, y Fernando Gómez Mont, secretario de Gobernación en el sexenio de Felipe Calderón. Uno de los avances culturales más evidentes en este 2016 es que ya no es vergonzoso aceptar el propio consumo.

Paralelamente, el movimiento por el uso medicinal y terapéutico del cannabis, iniciado con el movimiento Por Grace, comenzaba a cobrar fuerza al darse a conocer dos casos más: el de María Paula y Alina, el primero en Yucatán y el segundo en Veracruz, lo que generó una  poderosa ola de simpatía hacia el cannabis y de reafirmación de lo que ya se sabe en México desde hace siglos: esta planta tiene propiedades medicinales incuestionables. Surgieron numerosos casos más y se afianzaron nuevos colectivos y organizaciones por el uso terapéutico, además de la avalancha de iniciativas legislativas que proponían la regulación, con distintos matices como el cultivo, el uso medicinal e incluso el uso industrial del cannabis.

Para abril, y después de la decepción que significó la sesión especial de la Asamblea general de las naciones Unidas (UNGASS 2016), el presidente Enrique peña Nieto dio un giro en su discurso (unos meses atrás había señalado que no se iba a legalizar la marihuana en México) y envío una iniciativa que proponía la descriminalización de la posesión de hasta 28 gramos y la posibilidad de importar y producir derivados de cannabis con fines científicos y de investigación.

El 4/20 se celebró con una multitudinaria reunión en la Plaza Louis Pasteur convocada por la Comunidad de Cultura Cannábica y AMECA donde, por cierto, se repartió por primera vez La Dosis. Youalli G, poeta cantautor que ha acompañado el movimiento cannábico desde inicios del presente siglo, compartió sus rimas en medio de un aguacero que no ahuyentó a los presentes.

En 2016 también se iniciaron los bazares orgánicos de la pulquería Los Insurgentes: el 24 de abril se llevó a cabo el primero a beneficio de la XVI Marcha del Día Mundial por la Liberación de la Mariguana en México, que contó con gran aceptación y el padrinazgo de los comprometidos artistas Gabo Revueltas y Bungalo Dub.

Vendría mayo y con él la ya tradicional Gran Marcha de la Alameda al Monumento a la Revolución, que este año reunió a más de cinco mil personas que, como cada año desde 2001, marcharon pacífica y alegremente por las calles del primer cuadro de la ahora llamada Ciudad de México. Esta marcha también incluyó un nuevo elemento muy importante: participaron usuarios terapéuticos, representados por el colectivo Un México con Salud, que por primera vez marcharon junto con la Marcha Cannábica anual. Durante este mes se inauguró también la sala temática de drogas en la Biblioteca José Vasconcelos, donde todo mundo puede consultar y solicitar en préstamo libros y revistas especializados.

En junio se dio la noticia de que el senado dictaminaba la iniciativa presidencial y pretendía aprobar una modificación a las leyes que ignoraba los pocos avances que contenía. La respuesta de la sociedad civil no se hizo esperar y 33 organizaciones de la sociedad civil y casi un centenar de personalidades, entre académicos, investigadores, juristas, artistas, activistas y figuras políticas, emitieron un desplegado en el que se denunciaba la actitud timorata de los legisladores.  A partir de ahí comenzó a escribirse un nuevo capítulo del Movimiento Cannábico Mexicano. La senadora Martha Tagle,  que impulsó el mencionado desplegado, facilitó el espacio para que representantes de organizaciones, colectivos y hasta pequeñas empresas se dieran cita y construyeran una propuesta ante el dictamen de los senadores.

En agosto se presentó en México un acontecimiento que significó un parteaguas en la cultura y la sociedad, por lo abierto de su realización y por la diversidad de las personas que asistieron a la primera Feria del Cannabis en América. Participaron reconocidos conferencistas de talla internacional como Paul Stanford, Lisa Sánchez, José Carlos Bouso y Ana María Gazmuri, entre otros. Claramente, Expoweed representa la “salida del clóset” de la industria cannábica en nuestro país al mostrar de distintas maneras cómo el cannabis puede integrarse a la economía aportando recursos, conocimientos y sobre todo, una materia prima, una medicina y una sustancia de esparcimiento a una sociedad que busca salidas a la crisis que vive en la actualidad.

En el marco de Expoweed, y aprovechando la presencia de numerosas personalidades que asistieron a la Feria, se organizó la Trajinera Cannábica, una actividad que combinó prácticas actualizadas de consumo con el conocimiento y la teoría sobre las mismas. Una verdadera fiesta del cannabis con participantes internacionales que dejó muy buen sabor de boca a todos los participantes.


En octubre, AmeriCannabis llegó a su quinta edición con talleres, charlas, exposiciones y la ya clásica InterCannabis, la feria comercial de productos cannábicos que también estrenó una sede de lujo: el Huerto Roma Verde. Otra actividad relevante fue la sesión sobre uso medicinal en la Biblioteca Vasconcelos, con la participación de Bienvenido a Holanda, Por Grace AC, un México con Salud y Aucocultivo Medicinal en México. Para cerrar con lazo verde, la revista Cáñamo donó dos colecciones de ocho libros cada una al acervo de la Vasconcelos.

También en octubre se presentó en el Senado la expo Cáñamo para Todo, realizada por integrantes del MCM. Esta muestra incluyó al Museo del Cáñamo y La Marihuana en México y stands de distintas organizaciones que brindaron información a los legisladores y al público en general en el marco del seminario internacional que se festejó el día 26. Es de resaltar también que el movimiento cannábico se encuentra ya en Guadalajara, León, Monterrey, Torreón y Querétaro, además de la Ciudad de México.

Al iniciar noviembre, EPSD realizó su congreso en la ciudad de Morelia, mientras que el Colectivo Guadalajara 420 organizó una conferencia sobre cannabis medicinal, una de las primeras en esa ciudad organizada por los activistas. También en ese mes, del 8 al 11 de noviembre se celebró el Tercer Congreso Universitario sobre Sustancias Psicoactivas, en la Facultad de Filosofía y Letras de Ciudad Universitaria.

Este año también se formalizó un proyecto importante para los usuarios de drogas: el Club Cannábico Xochipilli se convirtió en asociación civil mientras que Estudiantes por una Política Sensata de Drogas, a siete años de ser organización no gubernamental;  y ReverdeSer Colectivo, a cinco, cumplieron un año de dar ese paso ¡felicidades a los integrantes de las tres organizaciones!

2017, el centenario de la Constitución Mexicana será, sin duda, un año en el que se concretarán más proyectos y continuará la lucha por la ampliación de los derechos cannábicos.

En el ámbito cultural, durante 2016 la revista Cáñamo dio voz a importantes figuras que por primera vez hablaron de sus experiencias con la mariguana y de su visión sobre la actualidad del cannabis en México. Personajes de la talla de José Agustín, Guillermo Fadanelli, Julio Glockner, Felipe Ehrenberg, Daniel Giménez Cacho y figuras de la vida política del país como la senadora Martha Tagle y el exdiputado federal Fernando Belaunzarán.