Autor: Eduardo Blas

Alrededor de las 14:00 hrs, el 20 de marzo la Asamblea cannábica + consciencia – T.V. convocó a una manifestación denominada “Iglesia del cannabis concert Fest”, la cual se realizó en la Plaza Tlaxcoaque; lugar acogido por los vecinos como un punto de esparcimiento para todas las edades. Dentro del programa de su convocatoria, destacaron diferentes actividades lúdicas e informativas; así como una marcha dirigida a la Secretaría del Medio Ambiente.

En algunos comentarios de dicha convocatoria, se cuestionó a los organizadores acerca de si contaban con el permiso requerido para llevar a cabo el mitin, ante esta situación algunos de los organizadores mostraron los programas de su evento impresos; algunos sellados únicamente por diferentes medios de comunicación, mientras que sólo uno iba dirigido a la Jefatura Delegacional, mismo que cuenta con el sello de “recibido”.

En diferentes puntos de la Plaza Tlaxcoaque, se encontraban algunos consumidores desde temprana hora, esperando el momento de inicio formal mientras degustaban algunos humos en la comodidad del lugar, momentos más tarde hicieron presencia algunos elementos de la Secretaría de Seguridad Pública, entre ellos un número reducido de granaderos; quienes al percatarse del particular aroma, exhortaron a los convocantes a realizar su programa y actividades asignadas, pero con la orden de no poder fumar durante el evento. Ante esta situación, algunos de los asistentes se mostraron desconcertados, pues el eje principal de las manifestaciones cannábicas, además de informar y difundir, es el de fumar con libertad en el punto de reunión.

Ante esta situación, me dirigí con el oficial a cargo de los elementos de la Secretaría de Seguridad Pública; el oficial identificado como Francisco Acevedo, argumentó que les habían informado que algunos usuarios se encontraban fumando dentro de la iglesia; argumento falso a la vista de los asistentes ya que las actividades se desarrollaron alrededor de la plaza, además de que el padre del templo estuvo pendiente de cómo se realizaban las actividades desde la entrada de la capilla.

El oficial Acevedo declaró que aunque los organizadores habían solicitado el permiso, éste únicamente había sido sellado de recibido, pero que no se había dado respuesta institucional, por lo que al no tener dicha resolución, no había forma de que los asistentes fumaran en la vía pública, de lo contrario tendrían que proceder a realizar detenciones de las personas que se encontraran fumando en el lugar bajo el cargo de “fumar cannabis en vía pública”, fuera de este contexto manifestó que el resto de las actividades podrían desarrollarse conforme al programa establecido.

Luego de una asamblea entre los asistentes, se optó por realizar la marcha pacífica con destino a la Secretaría del Medio Ambiente. El grupo de alrededor de 40 personas tomó rumbo por avenida 20 de noviembre y una cuadra después en la calle Nezahualcóyotl; los granaderos cerraron filas, evitaron que el contingente continuara y fueron regresados a la plaza Tlaxcoaque. Los organizadores optaron por continuar con el programa para la realización de un performance, momentos después de haber concluido la puesta en escena, se dio por terminada la jornada con saldo blanco.

Ante el contexto que se vivió durante esta jornada, no podría pasar desapercibido la postura del representante en turno de la Capilla de la Concepción Tlaxcoaque. El padre Constantino, quien estuvo al pendiente de cómo se desarrollaba esta jornada informativa manifestó al respecto; “En virtud de los derechos que ampara la constitución y protegen este país ¿Qué podemos hacer? ¿Qué propuestas estamos dando? ¿Tu propuesta me está sirviendo en el caso de informar tanto de los pro y contras de este tema a la juventud que se me acerca? ¡Adelante! Ya no estas generando gente con ojos cerrados ¡Concientiza! Concientiza principalmente a quienes se estén acercando a esto a futuro…”

Pese a que esta manifestación no se realizó en su totalidad conforme al programa, considero que hubo algunos puntos cruciales que nos dejan un aprendizaje a la comunidad cannábica; el hecho de mostrar que la comunidad de consumidores está a la altura de dialogar ante cualquier circunstancia, reafirmando la postura pacífica que ha abanderado el movimiento cannábico desde sus orígenes en México.

Si bien es importante que cada vez se sumen más consumidores conscientes y organizaciones que repliquen la información para la construcción de una mejor sociedad; se deben considerar los pasos realizados por las organizaciones de mayor trayectoria para aportar en lugar de restar; si bien se ha reconocido nuestro derecho a portar y consumir lo que nos venga en gana, no debemos olvidar que no está permitido el consumo en vía pública, por lo que el realizar estos eventos sin un permiso legal que avale el consumo en la zona, es exponer de forma irresponsable a los asistentes, dejando una situación tan delicada en bandeja de plata a los medios de comunicación oportunistas, esos que tienen el poder para debilitar cualquier movimiento de participación social no gubernamental.

Autor: Eduardo Blas