El día de ayer, durante la comparecencia de Olga Sánchez Cordero, secretaria de gobernación, la diputada independiente Lucía Riojas le regaló un porro, supuestamente de marihuana. Esto, como un “recordatorio” de la iniciativa de ley para regular el cannabis que introdujo a principios del año pasado. Ella lo agradeció gustosa.

Lo que pocos rescataron fue que, en caso de ser verdaderamente de mota ese porro, el acto que realizó la diputada sería acreedor de una pena equivalente a aquellas del comercio de drogas En pocas palabras, cualquier ciudadano que intentase lo mismo está en riesgos de ser castigado por el Estado. 

Es en la Ley General de Salud donde se establece la figura de suministro: “la transmisión material de forma directa o indirecta, por cualquier concepto, de la tenencia de narcóticos” (art. 473).

Las penas por ello establecidas en el artículo 475 van “de 4 a 8 años de prisión y de doscientos a cuatrocientos días multa”.

Eso sin considerar la forma en que la diputada accedió a la flor. Un ciudadano normal tiene dos opciones por lo regular: cultivarla o comprarla.

Si decide cultivar y es atrapado puede enfrentar penas que van desde los diez hasta los 20 años de cárcel. Por eso muchos prefieren ir a comprarla, pues el riesgo es mínimo ya que estas penas van desde 10 a 36 meses de prisión. 

Menos mal que la diputada tiene fuero, sino tendría que enfrentarse a la realidad del resto de los mexicanos.