En el pasado les hablamos de cómo la industria del cannabis lleva a cabo prácticas no sustentables con los recursos naturales. En esta ocasión revisaremos un punto muy particular: la emisión de compuestos orgánicos volátiles biogénicos (BVOC por sus siglas en inglés) que por su interacción en otros gases puede resultar en un efecto adverso para la calidad del aire. 

De acuerdo a un artículo publicado por el Journal of the Air & Waste Management Association estos BVOCs reaccionan con compuestos propios del “aire urbano”. Según sus mediciones, una planta adulta de cannabis emite cientos de microgramos de BVOCs por día y así disparar la formación de ozono troposférico (aproximadamente 2.6 gramos al día por planta). 

Los BVOCs a los que se refieren son nada más y menos que los terpenos, aquellas moléculas presentes en la planta y que contribuyen a su diversidad de aromas y una gran gama de propiedades terapéuticas y medicinales. Los más comunes según lo medido fueron:  β-mirceno, D-limoneno, terpinoleno, α-pineno, y β-pineno.

¿Significa esto que el cultivo de cannabis es un riesgo para la salud del planeta?  No necesariamente (o al menos no es tan sencillo). El mismo artículo señala que toda la vegetación en general es responsable por hasta el 89% de este tipo de emisiones y donde los principales constituyentes son el isopropanol (70%), los monoterpenos (11%) y sesquiterpenos (2.5%). 

También debe mencionarse que este es un “estudio piloto” por lo que estos resultados plantean más preguntas que respuestas en general, principalmente en torno a la forma en que se pretenden estudiar estos fenómenos.

También se señala que los niveles de BVOCs entre las instalacione observadas varió según distintos factores como el número de plantas y su estado de crecimiento, el desempeño de los sistemas de ventilación y la presencia de otras fuentes de emisión.

En el mismo estudio se detectaron altas concentraciones de butano, otro VOC reactivo, cerca de las instalaciones equipadas para la extracción de aceite (recordemos que éste es uno de los principales solventes en la industria).