Fumar marihuana no es ninguna ciencia. Inhalas humo de cannabis y exhalas fuera tus problemas y preocupaciones. Prácticamente todo mundo puede hacerlo, tal vez es por ello que el consumo de mota es tan universal. Sin embargo hay varias maneras de respirar: ¿cuál es la mejor para disfrutar del buen toque?

Básicamente debemos aprender a respirar de tal forma que al fumar nuestros pulmones salgan lo menos lastimados. Esto para incrementar la cantidad de cannabinoides que se absorben y para proteger nuestra salud. Aún así, debemos recordar que toda combustión libera partículas que resultan dañinas para el organismo.

La técnica básica consiste en lo siguiente: usas tus mejillas para succionar humo dentro de tu boca. Luego, mientras el humo sigue en tu boca, tomas una fuerte bocanada de aire puro. Así, el humo denso baja hasta tus pulmones junto con una buena porción de aire regular y bien oxigenado. El resultado es un toque suave y sabroso.

Los bongs, bubblers y demás pipas que usen agua permiten toques más fríos, por lo que es posible inhalar directamente a los pulmones, aún así recomendamos precaución.

Y sobre el uso de concentrados, alentamos a dabear con la temperatura más fría posible, pues el calor extremo no sólo degrada los cannabinoides, sino que genera severos daños a nuestras vías respiratorias.

Ahora veamos qué otras técnicas de respiración pueden contribuir a nuestro cometido.

Respiración abdominal:

La respiración abdominal implica el uso del diafragma para llenar correctamente tus pulmones. Es una técnica bastante utilizada por actores y cantantes, pues es necesaria para controlar la voz. También permite flujos más estables de aire tanto para inhalar como para exhalar.

Practica lo siguiente: siéntate o recuéstate sobre el suelo, procura estar cómodo.  Coloca tu mano sobre tu panza y comienza a respirar léntamente mientras sientes tu vientre expandirse y contraerse. Repítelo por algunos minutos, concéntrate en el movimiento de tu mano, tu vientre y tu diafragma.

Respiración y meditación:

Dentro del yoga, el pranayama consiste en controlar la respiración para manipular nuestra energía. La idea es hacer consciente un acto que por lo general realizamos de manera mecánica. Particularmente algo tan vital como la respiración.

En cierta forma los fumadores llevan ventaja en la práctica correcta del pranayama o la respiración para meditar. Basta con mirar los cuatro pasos básicos de esta técnica: inhalar, pausa, exhalar, pausa y repetir  (algo que muchos hacemos al fumar). El flujo debe ser constante y firme. Se debe utilizar siempre la nariz y estar cómodo.

Una variación de esto es agregar un conteo al proceso. Entonces ocurre algo así:

  • Inhalar en 4 tiempos
  • Pausa de 4 segundos
  • Exhalar en 4 tiempos
  • Pausa de 4 segundos
  • Repetir

Puedes aumentar progresivamente el tiempo de espera hasta a 7 segundos. Esto aumentará tu capacidad de controlar tu respiración y con ello la energía vital de tu ser.

Así, la respiración se vuelve nuestra aliada en el consumo de cannabis. Tanto para incrementar la absorción de cannabinoides como para cuidar nuestra salud.