El problema con fumar mota es que a final de cuentas estás inhalando residuos tóxicos que dañan a tu cuerpo. Algunos estudios, como el de la Universidad de Queensland en Australia advierten que el humo del cannabis no es tan diferente al del tabaco, y que incluso puede provocar problemas como cáncer.

En ánimo de difundir prácticas de riesgos y daños, les compartimos algunos consejos para que el humo de sus toques les afecte lo menos posible.

Vaporiza

Si de verdad te preocupa tu salud, vaporizar es la manera más efectiva para fumar. No sólo aprovechas con mayor rendimiento tus cogollos, sino que evitas exponerte a todas las toxinas producto de la combustión. Además, el control de temperatura te permite configurar un humo tan caliente o frío como lo necesites.

El bong

Uno de los medios favoritos para evitar toser cuando se fuma cannabis es utilizar un bong. Gracias a que el agua filtra parte de los residuos por combustión, el humo es más suave. Además, hoy en día se les adiciona con percoladores, difusores y cámaras para hielo, los cuales contribuyen a enfriar el humo.

Toques pequeños

A veces menos es más. Dar pequeños toques te permite controlar más fácil la entrada del humo para evitar accidentes. Además, servirá como ejercicio para disminuir la tolerancia o ahorrar un poco en tiempos de eriza. Y consumir en pequeñas cantidades te da oportunidad de experimentar la “microdosis” de marihuana, la cual conlleva toda una serie de beneficios particulares.

Pipas largas y filtro.

La distancia que debe recorrer el humo de la fuente de combustión a la entrada de tu boca es un factor determinante para lograr un humo fresco. Esto se puede conseguir fácilmente con una pipa larga, un filtro o boquilla en el porro. Así también podrás consumir “hasta la bachita”.

¡Espurga bien!

No seas flojo y tómate el tiempo de retirar todas las ramitas y cocos de tu mota. Pues si intentas fumar eso, el humo será mucho más violento. Su consumo también provocará dolores de cabeza y mareos. Y mientras mejor triturada; mejor, así que ten un grinder a la mano.

Respiraciones profundas

Hacer ejercicios de respiración prepara a tus pulmones para recibir una buena cantidad de aire caliente. Intenta hacer un par de inhalaciones de al menos 4 segundos cada una, y una exhalación igual de larga. Esto también puede ayudar a disminuir el dolor en caso de que comiences a toser.

No hables

Y, si ya estás tosiendo, no hables. Así le darás chance a tu garganta de reponerse, al no exponerla a más impurezas o toxinas del ambiente. Tal vez no sea muy cómodo, pues a muchas personas el consumo de marihuana les incita a platicar y abrirse más, pero con diez minutos será suficiente.

Buenas motas

Un cogollo de mala calidad producirá un sabor desagradable. Si durante el cultivo no se realizó un lavado de raíz apropiado, los nutrientes y fertilizantes restantes provocarán que el humo sea más rasposo y agresivo.

Agua (antes, durante y después)

La primer reacción que tienes cuando toses es beber agua. Por supuesto que esto alivia el ardor, pero no de forma permanente. Tiene mejores efectos si está fría o caliente, pues en ambos casos disminuye la inflamación.

Sin embargo, pocas veces se nos beber agua desde antes o durante nuestra sesión de porros. Así, tu garganta no recibe el humo totalmente seca, lo cual provocaría más irritación.

Pero, curiosamente, tal vez una de las mejores maneras para prevenir el tosido es dar un sorbo de agua justo después de inhalar, mientras el humo aún está en nuestros pulmones. Se debe ser precavido para no correr riesgo de ahogamiento.

¡Menos butano!

El gas butano de tu encendedor también es dañino. Es más recomendable usar cerillos o hilo de cáñamo, pues son fuentes de calor más seguras para el consumo humano. En su defecto, intenta no acercar por demasiado tiempo la flama a la boquilla o punta del porro. Sólo lo suficiente para que se chamusque bien la mota.

 

Con información de Inverse