Las plantas psicoactivas vienen en varias formas y tamaños. Además, están regadas por todo el mundo. Hoy presentamos algunas que probablemente hayas visto creciendo por la baqueta de tu cuadra, en algún terreno baldío, o incluso en tu jardín.

Nota: Para cualquier persona que busque experimentar con el consumo de alguna de estas sustancias se recomienda buscar más información además de la aquí proporcionada.

Floripondio

Nativa de las regiones subtropicales de México, Centro y Sudamérica, en especial en regiones húmedas. Su principal contenido es de alcaloides, siendo la escopolamina la más presente. Esta sustancia deprime y bloquea los impulsos en las terminales de nuestro sistema nervioso central.

Formas de consumo: infusión hervida de las hojas. La dosis del compuesto psicoactivo presente por planta varía dependiendo del momento del año y tipo de planta. Se recomienda el uso moderado pues la dosis activa es muy cercana a la dosis letal. Esto quiere decir que es muy fácil “pasarse”.

Principales efectos:

  • Alucinaciones (visuales y auditivas)
  • Resequedad en la boca
  • Pupilas dilatadas
  • Visión borrosa
  • Taquicardi

Ololiuqui

Al igual que el floripondio, su principal componente son los alcaloides. De hecho, dos de ellos son muy similares al  LSD. Por ello, no es de extrañar que actúen en los mismos receptores. Es nativa del continente americano y crece desde México hasta Argentina.

Formas de consumo: las semillas aún son utilizadas por comunidades mixtecas, mazatecas, y zapotecas. Son molidas con bastante agua y coladas. Si se traga la semilla completa no producirá efectos.

Principales efectos:

  • Euforia
  • Despersonalización
  • Alucionaciones

Toloache

Esta planta es bastante popular dentro del imaginario colectivo. Se dice que sirve como método para “enamorar” a quien se lo prepares. Sin embargo, su uso no es tan simple.

Pertenece al género de las datura, y tanto su composición química como sus efectos son muy similares a los del floripondio. Crece y está presente en prácticamente todo el mundo (con excepción de la antártida). Se encuentra con mayor diversidad en América, en las zonas centro y sur del continente.

Los aztecas la utilizaban de forma terapéutica en forma de ungüentos y lociones para tratar cortadas, úlceras y heridas.

Formas de consumo: infusión hervida con las hojas, raíz o semillas (estas últimas tienen la mayor concentración de alcaloides). Una dosis terapéutica es de 10 mg mientras que una letal ronda los 100 mg.

Nota: Manjar con extrema precaución. Una dosis ligeramente fuera de lo recomendado puede ser letal o conllevar severas repercuciones. 

Efectos:

  • Sequedad de mucosa en nariz, boca, y garganta.
  • Alucinaciones (auditivas y visuales)
  • Pupilas dilatadas
  • Pulso acelerado
  • Descenso en actividad de músculos involuntarios..
  • Sedación (dosis bajas)

Salvia Divinorum

Esta planta es originaria de Oaxaca. Es el único psicoactivo que se conoce por provocar una experiencia psiquedélica a través de los receptores opioides kappa. También tiene usos terapéuticos para atender dolores de cabeza, reumatismo y anemia. Se sabe, por ejemplo, que María Sabina la utilizaba en infusión en la época de escasez de hongos.

Leer: Reduce Riesgos y Daños al consumir Salvia

Formas de consumo: Infusiones de hojas molidas. También se fuman algunos extractos. Como es habitual, si se consume por vía del tracto digestivo los efectos tardan hasta 30 min en hacer efecto, pero pueden durar hasta más de una hora. Si se consume por vía del tracto respiratorio los efectos comenzarán apenas 30 segundos después, con una duración de pocos minutos.

Efectos:

  • Descenso de temperatura corporal
  • Disminución de la presión sanguínea
  • Ligero dolor de cabeza
  • Alucinaciones parecidas a un “sueño vívido”

 

Fuentes:

Dean, Bartholomew 2009 Urarina Society, Cosmology, and History in Peruvian Amazonia, Gainesville: University Press of Florida ISBN 978-081303378 [1]

Hofmann, A., et al. (1982). Plantas de los Dioses. México: Fondo de Cultura Económica.

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