El 2018 marcó un parteaguas para el Estado de California y su relación con el cannabis en Estados Unidos. Al implementar la legalización, surgieron toda clase de expectativas en torno a la derrama económica que uno de los mercados más grandes del mundo podría generar. Pero no todo es amor y paz.

Murder Mountain, una nueva serie-documental recién estrenada en Netflix se da a la tarea de investigar las extrañas desapariciones ocurridas en el Triángulo Esmeralda, ubicado en el condado de Humboldt, lugar que se ha ganado fama como una suerte de paraíso entre cultivadores.

Y es que, a lo largo de los años, se ha formado la tradición de que personas de todo el mundo viajen hasta ese lugar durante la época de cosecha para así trabajar como “trimeadores”. Suena al trabajo perfecto: grandes plantíos de mota, buena paga, convivio entre pachecos... ¿o no?

El Triángulo Esmeralda

Esta lugar comprende los condados de Humolft, Mendocino y Trinity, en el norte de California, Estados Unidos. entre los tres, producen hasta el "60% del cannabis consumido en aquel país" señala el primer episodio de la serie.

En realidad, no es tan sorpresivo que un lugar donde se cultive marihuana esté rodeado por un aura de misterio y extrañeza. Gracias a que esa zona está tan recluida fue posible para las comunidades de cultivadores en los años 60 de establecerse con relativa facilidad.

De eso dan cuenta el trabajo fotográfico de la tele-serie. A lo largo de los episodios, el paisaje adquiere una personalidad amenazante y poco afable a los extraños. Por momentos, podría confundirse con una ficción de horror. El tono recuerda a producciones como Marking a Murderer, también de Netflix.

Las Desapariciones:

El tema central es sencillo y duro: la gente desaparece en este lugar. Eso lo dejan claro a través de las declaraciones y testimonios tanto de lugareños como de familiares en busca de sus seres queridos.

El primero de ellos es el señor Rodríguez. Su hijo de 29 años Garret, consiguió trabajo con uno de los cultivadores en Humboldt. Su objetivo era ganar una buena cantidad de dinero en poco tiempo. Poco a poco surgió la sospecha de que algo andaba mal, hasta que un día no supieron más de él.

Por desgracia, las autoridades dan respuestas insuficientes. Ante ello son los familiares quienes se organizan y realizan sus propias pesquisas.

Los remanentes del salvaje viejo oeste.

Si bien las comunidades de cultivadores tiene pinta de ser hippies amorosos y tranquilos, pronto nos enteramos que no todos son así. O más bien, que los intereses de uno de los mercados más lucrativos del mundo orilla a las personas a condiciones de supervivencia bastante extremas.

Basta recordar que durante años en estas regiones se vivió al margen de la ley. Entre el acoso de la policía y la competencia desafanada.

“Cuando vives sin ley, tú debes ser la ley” declara un cultivador anónimo, a quien le han destrozado su hogar y cultivo. Así, queda claro que la Montaña Asesina es una tierra donde cada quien vela por sí mismo.

Hablar de mota y otras cosas

Tal vez se aleja de las tópicos convencionales sobre la marihuana, en especial cuando todo mundo mira hacia su regulación y normalización. Pero no podemos negar que es un intento por ampliar los márgenes y concepciones que se tienen en torno a una de las zonas más emblemáticas para cultivar a la planta amiga.

Esperemos sea el primero de muchos trabajos audiovisuales que enriquezcan el conocimiento disponible en torno a este fascinante mundo.