Ver a los campos mexicanos cubiertos de plantas de marihuana que puedan crecer en un esquema legal y regulado es el sueño de muchos. Con el reciente movimiento hacia una posible regulación algunas personas comienzan a prepararse para hacer este sueño una realidad.

El colectivo cannábico yucateco Dzac Yah comenzó a trabajar de la mano de campesinos curanderos, ejidatarios y la comunidad en general para educar a la sociedad sobre las posibilidades de cultivar cannabis en tierras mayas. Alberto Centeno, miembro de la organización, nos platicó de ello:

Primero, Centeno nos explicó la particularidad del suelo para cultivo en Yucatán, y cómo generar una relación virtuosa entre el campo, las prácticas tradicionales y el cannabis:

Foto: yucatanalamano.com

“El territorio yucateco es heterogéneo en sus suelos; la elevada pedregosidad y la reducida profundidad, la zona de matorrales, la roca madre y afloraciones de piedra caliza, los suelos arcillosos, la reducida materia orgánica de una región y la gran cantidad en otra, en fin.

“Todo esto obligó a los mayas prehispánicos a crear su propia clasificación de suelos y adoptar prácticas para la producción dependiendo de su medio (prueba de esto son las 3 razas de maíz nativas). Sin embargo, la migración ha provocado que muchas de estas prácticas desaparezcan. Este conocimiento prevalece gracias a esfuerzos en conjunto por instituciones campesinas, ciudadanas y educativas locales.

“El desarrollo rural sustentable debe aplicar principios agroecológicos, entre ellos la optimización del uso de los recursos naturales. El cáñamo no requiere tantos nutrientes para crecer, se obtienen productos de técnicamente toda la planta, captura alto contenido de carbono, coadyuvará actividades locales como la apicultura, hay mercado seguro, entre muchas otras cosas… Parece que los planetas se alinearon.

Centeno cuenta que en sus primeros acercamientos a la comunidad en general el tema fue bien recibido. Asegura que esto es gracias a la presencia de un cultivo “familiar”: el henequén.

"El cáñamo y el henequén son plantas de fibras. Durante la conquista se fomentó el cultivo del henequén para obtener fibras en este territorio. El conocimiento sobre cómo trabajar textiles aún prevalece.

"No es exagerado pensar que se pueda reemplazar este agave por el cáñamo ya que el monocultivo del primero ha provocado la pérdida de la fertilidad de los suelos. Además, el residuo de la industria de extracción de piedra caliza (aquí llamado “saskaab”, en inglés limestone) puede utilizarse con el residuo del cultivo de cannabis para los famosos bloques de “hempcrete” o concreto de cáñamo.

“Beto” confía en que para el año 2020 puedan comenzar a desarrollar proyectos de cultivo. Para ello piensan valerse de todas las estrategias que permita la ley. Por un lado, está la regulación vía distintas iniciativas de Ley en el senado.

“En realidad este proyecto es dependiente de las leyes por venir, los lineamientos existentes, la libre determinación de los ejidos y las particularidades de los amparos.

"Por ejemplo, en la propuesta de ley presentada por Olga Sánchez Cordero de MORENA se contempla una reglamentación que deberá considerar la libre determinación de los ejidos.”

En su organización también contemplan lo que estableció ya la Comisión Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS).

"Los lineamientos que emitió la COFEPRIS establecen que deberá obtenerse una clave alfanumérica (además de otros requisitos) para el uso herbolario. Los médicos mayas, por desgracia, no cuentan con una organización formal para este requisito.

"Pero otra de las visiones del colectivo es interesar, colaborar, capacitar, etc a las personas de la ciudad y aprovechar sus recursos o talentos para establecer toda la línea productiva. De incorporarse a los médicos al proyecto, se intentaría que colaboren con alguna persona moral o física para cumplir con los requisitos pesados como el laboratorio."

Taller con la comunidad de Petulillo, del municipio de Peto, Mérida. Estado de Yucatán. Foto: link
 

Tampoco se puede perder de vista la posibilidad que ya existe para cultivar cannabis si se obtiene un amparo.

"Por último, el amparo por lo menos le servirá a los médicos para empezar a practicar y capacitarse en el cultivo de cannabis. Así podrán anticiparse a la apertura del mercado y las leyes nuevas para optimizar su producto. Como dijimos, esta iniciativa depende mucho de legislación que aún no existe o lineamientos que no tienen mucha jurisdicción."

Beto piensa que adelantarse de esta forma les ayudará a reducir el estigma y generar una mejor integración entre la sociedad y la planta.

“Por lo menos se habrán organizado a las comunidades, se podrían tener elaborados los proyectos y obtenidos fondos, levantado cierta infraestructura… Todo menos las semillas de cannabis."

Como se intuye, la figura de los médicos mayas es clave en este proceso.

"Los x’menes (o j’menes; yerbatero o brujo de la comunidad) y los dzac yah (“el que da medicina”;) son los médicos de la cultura maya; aún prevalecen, de manera reducida, en la actualidad. Casi siempre son líderes o por lo menos figuras importantes de las comunidades en las que se encuentran."

Y, por último, comparte su visión de un futuro cannábico para el campo y sus jóvenes.

"En México el campo siempre se ha visto perjudicado por los movimientos sociales (al morir los campesinos), el capitalismo neoliberal (pérdida de patrimonio y competencia injusta) y el cambio climático (clima errático). Gracias a la nueva tendencia de sustentabilidad las nuevas generaciones se preocupan más por lo productos que consumen, las condiciones de los trabajadores y el impacto en el ambiente.

"Más y más jóvenes (re)descubren la herencia biocultural de nuestro país y se interesan en el campo. Y ni qué decir sobre el interés en cannabis: tiene 3 áreas de impacto (industrial, medicinal y adulto) y una historia muy interesante

"Con el cannabis no hay pérdida: es un “cash crop”, habrá mercado seguro. Los campesinos podrán producir cannabis además de hortalizas para obtener beneficio económico y no comprometer la seguridad alimentaria  La competencia por producir flores de alta calidad y contenido de cannabinoides (obviando el limite de 1% del THC) hará que el producto mejore o se diversifique."

 

Pueden seguir al colectivo Dzac Yah en su página de facebook. (link)