Las drogas pueden ser usadas con todo tipo de fines en la vida cotidiana. Uno de los favoritos de la comunidad psicoactiva es durante el sexo, pues los diferentes estímulos que provocan estas sustancias modifican en menor o mayor medida la experiencia placentera del coito.

Sin embargo, no todas ellas mejoran el desempeño sexual, de hecho algunas lo impiden casi por completo. Aquí revisamos las interacciones que generan algunas drogas y su relación a la hora del placer carnal.

Cannabis

Foto: www.straight.com

Muchos pachecos presumen que el sexo es mucho mejor bajo los efectos de ciertas variedades de cannabis, especialmente aquellas con efectos energizantes y de euforia. Esto ha sido respaldado por algunos estudios. Por ejemplo, un artículo publicado en la revista, Sexual Medicine, indica que mientras más frecuente es el consumo, las mujeres usuarias reportan mayor placer. Particularmente, se notó una mejora en cuanto satisfacción sexual, deseo y orgasmo, aunque no así con la lubricación.

Por otro lado, debemos recordar que hay tipos de marihuana cuyos efectos son más relajantes e incluso sedativos, con los cuales se corre el riesgo de caer dormido o no contar con la suficiente energía para mantener la actividad sexual.

MDMA

Una tacha pone a cualquiera extra-cariñoso y rebosante de amor. Además, la gran cantidad de energía que libera alguien bajo sus efectos podría sugerir que una de las drogas de fiesta por excelencia lo es también para una buena fornicación. Sin embargo, para los hombres esto no necesariamente es así.

De hecho es posible que sea una de las peores ideas si lo que se busca es una erección. Una de las consecuencias de consumir MDMA es la vasoconstricción, esto quiere decir el estrechamiento de los vasos sanguíneos, por los cuales fluye menos sangre. Es por este mismo mecanismo que drogas como el viagra funcionan, solo que en sentido contrario (el viagra estimula el flujo de sangre hacia los genitales masculinos).

Mientras que para las mujeres, puede que la experiencia no sea tan catastrófica. Según un estudio publicado en el International Journal of Sexual Health, las mujeres que consumieron M antes del sexo reportaron tanto un aumento en la parte sexual (deseo, excitación, intensidad del orgasmo) como la sensual (acercamiento emocional, cariño, etc). Y aunque la mayoría aseguró que su uso no implicaba el recurrir a prácticas sexuales riesgosas, sí les incitaba a experiencias o personas que de otra forma no habrían sido de su interés.

Cocaína

Al igual que las tachas, las propiedades estimulantes de la cocaína invitan a pensar que es una sustancia ideal para usar al momento del sexo. En entrevista para el sitio Vice la médico Mary Samplaski explicó que si bien el consumo de cocaína incrementa el apetito sexual, puede causar problemas de disfunción eréctil en la mayoría de los hombres.

De acuerdo con la directora de fertilidad masculina del Instituto de Urología de la Universidad de Sur de California “el uso crónico de cocaína puede generar priapism, el cual es una persistente y dolorosa erección que con frecuencia requiere de asistencia médica. Es una condición severa que puede causar daño permanente al pene”.

LSD

El “ácido” es uno de los psicodélicos favoritos de los consumidores. No es de sorprender que algunos de ellos gusten de un poco para mejorar su experiencia sexual. Como muchos sabrán, uno de los principales efectos de la dietilamida de ácido lisérgico es el aumento de las emociones y la distorsión en nuestra sensibilidad.

Pero se debe ser cuidados con la dosis para no desprendernos demasiado de la realidad. También hay quienes recomiendan sólo realizar esta práctica con alguien de extrema confianza y con quien nos sintamos cómodos. Como sabemos un ambiente seguro es indispensable para evitar el temido mal viaje.

Por último, nos permitimos recordarles llevar sus prácticas sexuales de manera seguro (de preferencia usar condón u otros anticonceptivos).