Los psicodélicos son sustancias fascinantes. Por un lado la investigación en torno a sus efectos y mecanismos ha llevado nuestra comprensión de la mente humana a nuevos niveles, y al día de hoy son una potencial alternativa médica para tratar condiciones mentales graves como la depresión y la ansiedad.

El libro Psicodélicos: fenomenología y química cerebral de David Nichols reúne algunos datos que vale la pena destacar.  Puedes buscar el libro con nuestros amigos de Lunaria Ediciones.
Foto: Reddit.

¿Alucinógenos, psicomimético o psicodélico?

Los términos para referirse a los psicodélicos han variado incluso entre la comunidad científica. Uno de estos primeros fue el de psicomiméticos, pues se pensaba que éstas sustancias generaban estados mentales parecidos a la psicosis. 

Luego, se les llamó alucinógenos, el cual hace referencia a las alteraciones visuales y de percepción que se generan. Sin embargo, estos efectos son apenas una parte de todo lo que los psicodélicos pueden causar, aunque aún se usa con regularidad. 

Hoy en día las definiciones más correctas de los psicodélicos son:

-Molécula que, al unirse a determinado receptor en el cerebro, produce “cambios bioquímicos en la neurona, cambios que alteran su estado y la señalan que envía a la siguiente célula.

-Aquellas sustancias con la capacidad de “inducir de manera fiable estados de percepción alterada, pensamientos y sentimientos que no se experimentan de otra manera excepto en sueño o en momentos de exaltación religiosa.

LSD y la importante serotonina.

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La serotonina es un neurotransmisor muy importante para la bioquímica cerebral, particularmente en la regulación de emociones, además de contar con otras funciones. Esta molécula fue descubierta a mediados de los años 50. A pesar de su relevancia, no sabíamos de ella hasta que se comenzó a estudiar el LSD. Recordemos que Albert Hofmann descubrió de forma accidental la dietilamida de ácido lisérgico (LSD por sus siglas en inglés) en 1943. 

De hecho, para cuando la serotonina fue descubierta, los laboratorios Sandoz, donde trabajaba Hofmann) ya habían patentado el LSD.

Luego, el LSD guió la investigación que eventualmente reveló la importancia de la serotonina, escribe Nichols: “Fue el psicofarmacólogo británico Sir John Gaddum, pionero en la investigación de la serotonina, quien propuso una relación entre ésta y la acción de las LSD (...) La presencia de la estructura de la triptamina dentro de la LSD también se vio rápidamente como la plataforma para la estructura química de la serotonina”.

La forma en que Gaddum investigó la sustancia es bastante particular, pues la consumió en cuatro ocasiones y a partir de ello fue que vieron una relación entra la similitud de la serotonina, la dietilamida y sus potentes efectos en la conciencia.

“Este reconocimiento llevó a que en 1945 Woolley y Shaw propusieran sólo un año después que “los trastornos mentales causan interferencia con la acción de la serotonina en el cerebro.” puntualiza. 

El autor sugiere que “teniendo en cuenta eso, se puede decir que Hoffman y Gaddum fueron los científicos pioneros en sugerir que la serotonina tiene un papel importante en las patologías mentales y en los procesos de conciencia.

Disolver tu ego es la cura

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Hoy en día el uso de sustancias como el LSD, el DMT, la psilocibina o la mescalina para ofrecer una alternativa de tratamiento a muchas enfermedades mentales que van desde la depresión la ansiedad, el síndrome de estrés post-traumático, entre otros.  Y esto Tiene que ver con un concepto fascinante: la reorganización de las redes neuronales.

Esta reorganización es percibida por algunos usuarios cuando estos se sienten “uno con el universo” o disolver tu ego.

“La reorganización de las redes neuronales, relacionadas con el estado subjetivo de “disolución del ego” es lo que cura” asegura el autor.

“La LSD parecía ser de un valor primordial para permitir al paciente trascender la red de juicios sociales aprendidos que anteriormente habían constituído su sentido de identidad. Al hacerlo estableció contacto con su yo real”  a lo que se entiende por “esa fuerza interior central, común a todos los seres humanos y, sin embargo, única en cada uno, que es la fuente profunda de crecimiento”.

También, los psicodélicos aumentan la capacidad por decir lo indecible, según comenta el autor. “Una dimensión del comportamiento revelada en los estados de la LSD es la “portentosidad” o “la capacidad de de la mente para ver más de lo que se puede explicar o creer” y de “ser impresionado por más de lo que es justificable racionalmente”. En pocas palabras, “experimentar lo ilimitado y los sucesos desde lo banal hasta lo profundo.

¿Existe el flashback?

El flashback es un fenómeno conocido por muchos de los usuarios de sustancias como LSD. Su nombre correcto es Trastorno de Percepción Persistente y la mayoría de personas que lo han experimentado lo describen como “una re-experimentación en un momento posterior de uno o más de los efectos perceptivos” inducidos por estas sustancias, incluso cuando los efectos agudos han desaparecido.

Hay quienes aseguran que esto puede ocurrir hasta semanas después del consumo.

Estos efectos pueden ser imágenes posteriores, percepción de movimiento en campos visuales periféricos, borrosidad de patrones pequeños, efectos de halo, así como macro y microscópica.

El manual de diagnóstico y estadística de trastornos mentales en su cuarta edición enumera tres criterios para distinguir este trastorno:

  1. Volver a experimentar, después del uso de un alucinógeno, uno o más de los síntomas perceptivos que se experimentaron durante la intoxicación de la sustancia,

  2. Los síntomas en el criterio A causan angustia o deterioro clínicamente significativo en  áreas sociales, ocupacionales u otras áreas importantes del funcionamiento y

  3. Los síntomas no se deben a una condición médica general y no son explicados por trastorno mental. 

También se señala que otra investigación encontró que este Trastorno es menos frecuente cuando se usa en contextos recreativos. En esa investigación también se concluyó que “algunos individuos, especialmente los de dietilamida, pueden experimentar el Trastorno de larga duración con síntomas como anomalías persistentes que recuerdan a intoxicación aguda.

Luego, el autor señala que “dado las muchas decenas de millones de personas que han tomado LSD, la mayoría de las veces en ambientes recreativos” la incidencia de este fenómeno debe relativamente baja..

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