Comenzar un cultivo de cannabis con todo el equipo necesario implica una gran inversión de dinero. Sin embargo es posible comenzar con nada más que lo indispensable y poco a poco adquirir lo que tus necesidades particulares determinen.

Si es tanta tu impaciencia para germinar, alimentar, cosechar y consumir tus propias plantas de marihuana, así es como puedes iniciar.

Maceta

La maceta es lo que mejor puedes economizar. Si bien la oferta disponible de estos productos ofrece un gran nivel de comodidad y personalización del cultivo, al final del día no necesitas más que un lugar donde contener el sustrato y que sea idóneo para el crecimiento de la raíz.

Unas buenas cubetas o incluso bolsas como estas son tan buen opción para arrojar tus primeras semillas como la más sofisticada de las macetas.

Sustrato

Un buen sustrato se debe emplear desde el primer momento pues es el medio del cual la planta obtendrá todos los nutrientes que necesita para crecer. Para facilitar el desarrollo  de las raíces, la tierra debe estar aireada (osea, no muy apretada). Aquí una receta para preparar un sustrato casero eficiente:

  • Perlita en un 20%

  • Humus de lombriz en un 30%

  • Tierra en 20%

  • Vermiculita en 10%

  • Fibra de coco en 20%

Evita la “tierra de hoja” ya que está en proceso de descomposición y puede generar hongos.

Fertilizantes

En cuanto a los fertilizantes, lo más importante es que sean aptos para consumo humano y no impliquen riesgos a la salud. Puedes optar por marcas económicas pero eficientes como el 1, 2 y Punch deLa semilla Growshop, los cuales están listos para alimentar a tus plantas en los diferentes periodos (vegetación, floración y previo a la cosecha).

O, si así lo prefieres, preparar tus propios fertilizantes con recetas caseras. La ventaja de esta opción es que, tras conocer mejor el crecimiento de tus plantas, puedes hacer su alimento “a la medida”. Aquí algunas fuentes de los principales micronutrientes que necesita la marihuana.

  • Nitrógeno: humus de lombriz
  • Potasio:cáscaras de plátano, albahaca
  • Fósforo: polvo de roca
  • Calcio: cáscara de huevo

Ventilación

La ventilación siempre será necesaria. Es indispensable para combatir el crecimiento de hongos, pues en cuanto estos llegan al cultivo es prácticamente imposible deshacerte de ellos sin sacrificar un par de plantas. Necesitas comprar un ventilador, no hay de otra.

Aquí, más bien se puede economizar si calculas correctamente el flujo de aire que necesitas para el espacio que ocupes. Puede que dos ventiladores pequeños sean suficientes si los distribuyes de manera correcta, o tal vez te convenga uno grande con algún mecanismo de rotación para abarcar mayor área.

Lo único que no recomendamos es “tachar” este gasto, pues en lugar de ahorrar probablemente estés donando tu planta (y el dinero que hayas invertido) a los individuos del reino fungi.

Luz

Controlar la luz es fundamental para cultivar marihuana. Según el tipo de cultivo que escojas (interior o exterior), puede ser el recurso más barato o el más costoso. Para propósitos de este post, lo más conveniente es aprovechar a nuestro astro sol.

El problema de cultivar en exterior en nuestro país es que las horas de luz no alcanzan el tiempo necesario para la vegetación (18 horas de luz como mínimo). Una alternativa sería complementar esas horas restantes con una lámpara. Así, el gasto energético sería únicamente de unas cuantas horas, y no del fotoperiodo completo.

Ingenio para salir del paso

A veces lo que tienes a la mano es suficiente para darle un buen cuidado a tus plantas.