Eduardo Blas

En esta colaboración me di a la tarea de abordar ese tema que está por encima de cualquier atorón de los polis, del ¿Qué dirán? los desinformados o de lo que opinen los políticos; me refiero al conflicto del día a día que los pachecos en alguna etapa de nuestra vida nos hemos visto envueltos, las discusiones familiares que ocasiona nuestro gusto por Juanita. Principalmente con la madre, debido a ese vínculo único con los hijos y su preocupación por preservar su bienestar.

Karina Malpica, investigadora y especialista en mediaciones de conflictos familiares con jóvenes usuarios de marihuana, ha detectado que uno de los mayores obstáculos para los padres de familia en esta situación se debe a la culpabilidad que ellos sienten, por creer que hicieron algo mal para que sus hijos se convirtieran en consumidores de cannabis; aunado a esto menciona que existe culpa por no poder hacer nada para “sacarlos del vicio”, esto antecedido por el estigma de la drogadicción existente en la sociedad.

Bajo este contexto, realicé un sondeo a diferentes usuarios de cannabis sobre su experiencia en mediar con su familia para poder lograr tolerancia hacia nuestro estilo de vida. A continuación, presentaré dos casos donde destaca el papel de las mamás en este contexto y que podrían ser un referente para que todos aquellos que se encuentren en esa etapa, puedan mediar de forma positiva en el hogar.

Sandra Pablos, artista.

Yo nunca oculté mis preferencias, a mí me gustaba bailar y la fiesta, pero yo no me emborrachaba; a mí me gustaba la marihuana. Y mi mamá me decía “tienes los ojos rojos” y yo decía: ¿Y qué? ¿por eso no quieres platicar conmigo? Y así fue como la fui convenciendo de que soy una persona íntegra; no miento, no robo, no mato, no falto a nadie. A lo largo de mis 45 años de vida he aprendido a ser una “supermarihuana”, antes fumaba cualquier fregadera; guarumo, prensada, moscahuada, cosas feas; pero vas aprendiendo a degustar como un buen vino “

Roberto Rodríguez, estudiante de contaduría.

“Tengo un par de años en que comencé a fumar cannabis, pues me relaja después de la jornada escolar y laboral; vivo en el Estado de México y estudio al sur de la ciudad, mis tiempos de traslado además de ser muy largos, la calidad de transporte es pésima y el humor de las personas no es el más agradable. Mis padres al principio no tomaron de buena manera el hecho de que fumara mota, sin embargo, no tengo más argumentos que mis calificaciones y el sustento que llevo a casa para poder lograr cierta tolerancia. Si bien mis padres no aceptan el que yo fume, toman en cuenta mis argumentos y el contexto diario que vivo para poder lograr mis objetivos. La única condición que me ponen es respetar la casa no fumando ahí y me advierten que si me atora la tira no me sacarán del MP, aunque creo que ya es cosa de suerte. Mientras tanto yo seguiré fumando…”

El tema cannábico se encuentra en la agenda pública abriendo el tema a nivel social y es cuando la disponibilidad de las personas comienza a cambiar del estigma al diálogo; aquí es donde radica parte del fortalecimiento de la cultura cannábica; para lograr el cambio de percepción de la sociedad, debemos empezar desde casa ¿Quién mejor que nosotros mismos para enseñar a nuestros padres lo que les ha sido oculto?

Karina Malpica afirma que para poder romper el tabú, es primordial que los usuarios “salgan del closet” porque es la manera en que podemos ser referentes de consumidores sanos, productivos y no adictos. En el caso de padres de familia, vinculan el uso de mariguana con la s bajas calificaciones o el abandono escolar de sus hijos y eso es uno de sus peores temores. Desde la perspectiva de las madres, la especialista menciona que la adicción no proviene de la droga en sí, si no de la falta de conexiones profundas y significativas; esto demostrado por Johan Hari en uno de sus libros y del cual existe un video en youtube llamado “Addiction” donde se explica a detalle. “Para prevenir la adicción lo primero que tienen que hacer es evitar excluir a sus hijos por su hábito y trabajar en el sentido contrario, en reforzar su amor y su vínculo con ellos.”