Por primera vez en el Estado de México la comunidad cannábica se reunió en el Mexican 710 Fest, convivencia organizada por Doña Diabla, donde los asistentes pudieron presenciar talleres de extracciones y consulta jurídica relacionada al cannabis. De acuerdo con los organizadores, la idea fue llevar información a otra zona del área metropolitana, más allá de la capital del país.

Por un lado, los distintos stands ofrecieron productos seguros y de calidad, los cuales son poco comunes en el resto del mercado negro. Esto se vio reflejado en el precio de las flores, las cuales iban desde un rango de $20 hasta $100. Algunas de las variedades disponibles eran Blue Dream, OG, y una que otra panteonera sin nombre pero de excelente sabor y aroma.

En el área de extracciones hubo clásicos como rosin, BHO (comúnmente conocido como wax), y aceites terapéuticos. En ambos casos, la gente aprovechó el trato directo con los productores para esclarecer dudas sobre sus formas de consumo, potencia y efectos.

Por último, los comestibles ofrecían desde helados, mermeladas, chocolates y gomitas. Así, los paladares pudieron degustar la marihuana con más sabores aparte del tradicional “brownie”.


No hubo complicaciones mayores, por lo que se reportó "salvo verde". Así, la comunidad cannábica continua con la promoción del consumo responsable e informado.