De acuerdo con un estudio publicado en el Journal of the American Medical Associatión (JAMA) el consumo de cannabis durante el primer trimestre de embarazo subió de casi 6% a 12% en Estados Unidos. El 7% aseguró haber usado la planta en el último mes.

Nora Volkow, directora del Instituto Nacional contra el Abuso de Drogas estadounidense y una de las autoras del análisis explicó que “debido a que no sabemos exactamente cuán dañina es, es mejor pecar de cautos”. El uso de marihuana durante el embarazo "no vale la pena el riesgo" enfatizó.

“Muchas de las mujeres podrían haber usado marihuana antes de darse cuenta de que estaban embarazadas, o haberla utilizado para aliviar el malestar mañanero” dijo Volkow.

Los resultados están basados en sondeos de salud donde participaron casi medio millón de mujeres.

¿Qué dice la evidencia?

Cómo siempre que se da a conocer una observación de este tipo, se debe manejar la información con cautela, en particular cuando la decisión a tomar implica un riesgo para nuestra salud o la de alguien más.

A continuación presentamos las conclusiones a las que han llegado otras investigaciones, junto con la liga a la fuente completa.

Cannabis sativa y embarazo: una reseña. de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad de Sao Paulo.

  • El uso crónico de C. sativa en el embarazo puede resultar en la dismunición de la infusión uteroplacentaria, restricción del crecimiento intra-uterino y disturbios comportamentales en los fetos.

  • Los cannabinoides pueden causar algunos disturbios en los órganos reproductores de los usuarios hasta alcanzar al feto.

  • En un estudio, 4 mil gestantes usuarias presentaron aumento en la incidencia de pérdidas gestacionales, conceptos como bajo peso y pequeños para la edad gestacional.

En una publicación de Maternal Health Practices and Child Development se encontraron efectos significativos en por la exposición prenatal al cannabis, particularmente en el sueño de los niños, sus funciones cognitivas, así como las funciones ejecutivas y afectivas.

Por otro lado, una carta escrita por los médicos Kevin M. Takakuwa y Raquel M. Schears y publicada en JAMA, plantea cuándo es válido para las embarazadas consumir cannabis. Titulada Por qué las mujeres embarazadas podrían justificadamente escoger el uso de cannabis, ahí exponen que “el sistema médico continúa temiendo aquello que desconoce”.

Esto, en respuesta a otro artículo publicado en JAMA, donde se observa un crecimiento en el uso de cannabis en el embarazo como remedio a las náuseas y el vómito. En éste, los autores recomendaban “educar e informar” a las mujeres sobre los riesgos que esto implica.

Takakuwa y Schears señalan que “tal vez convencidos por el hecho de que el cannabis lleva la etiqueta de Clasificación 1 [la más dura restrictiva las sustancias prohibidas], muchos artículos se conforman con la idea probada de que el cannabis merece su designio peligroso”.

“Pero lo que no contemplan estas investigaciones es que muchas veces las mujeres embarazadas prefieren el cannabis sobre otras sustancias que también tienen efectos desconocidos. ¿Recuerdan la talidomida?”

La talidomida fue un compuesto vendido como sedante y remedio contra las náuseas durante los primeros meses de embarazos. Fue retirado del mercado cuando se demostró que causaba malformaciones en recién nacidos.

“La idea implícita de que las ingenuas mujeres embarazadas requieren educación es peyorativa y paternalista. También debemos reconocer que que las mujeres están escogiendo el menor de dos males.”

Nosotros sugerimos que, en lugar de un acercamiento paternalista hacia las mujeres embarazadas, los médicos apoyen la salud de la futura madre. Que dialoguen con los pacientes e indaguen por qué usan cannabis con el fin de entender mejor el hecho. Entonces, que discutan los riesgos y beneficios del cannabis comparado con otras modalidades de tratamiento en una forma libre de prejuicios e imparcial.